Al filo de la muerte.

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Llegó a la empresa y voy directo a mi oficina. Richy minutos antes me había llamado para informarme que ya estaba lista.  Rocío, la secretaria me da los buenos días en cuanto me ve entrar.

— Señorita González, ya tengo organizada su agenda.

— Perfecto. Dentro de diez minutos, pasa a mi oficina.

Le digo esto y entró a mi nuevo y oficialmente ; lugar de trabajo. Quedó encantada con la decoración. Mi amigo es lo máximo y lo mejor, quedó todo como me gusta. La mesa de trabajo justo delante de unas de las ventanas de cristal brindándome la iluminación necesaria a la hora de trabajar, un cómodo sofá negro al lado de la puerta de entrada y una pequeña mesa con dos silla frente a la otra gran ventana de cristal( esa la pedí para tomar mi café como dios manda. Uno necesita de su momento de relajación), ah, justo al lado;  unos pequeños arbustos  ornamentales volviendo la oficina más acogedora. La naturaleza siempre hace falta llevarla con uno a donde vallamos. Sacó de mi bolso un cuadro que llevo a todos lados conmigo. La foto es un poco vieja pero no me importa. Nos la tomaron a mi madre y a mí en el último cumpleaños que me celebraron. La miró con nostalgia y la acomodó a un lado de la mesa. Solo falta un pequeño librero, que no sé porque no ha llegado. Rocío entra con la agenda electrónica en la mano, se sienta frente a mi y comienza a decirme las tareas de hoy. « Es un día bastante cargado para ser el primero».
Pero no importa, de los cobardes no se a escrito nada.
A la hora de almuerzo aprovecho y le mando unos mensajes a la chicos.

                         Chicos, he tenido un día
                                           de locos

Elena es la primera es responder:

Anda cuenta!!

                                     Mas de cuatro
                            reuniones en unas sola
                           mañana. ¡ Es de locos!!?

Pero has entendido
algo.

Serás menza — escribe Richy.
Debe estar con las
neuronas al explotar.

                           La verdad, estoy más
                     pérdida que el Titanic.

Elena escribe:
¿Quieres que vallamos
al rescate?

                               No sería mala idea
                         pero... no chicos, gracias.
                         Solo deseen suerte.

Toda las mundo reinita.
Contesta Richy.

Tú no necesitas eso,
tú naciste con ella.
Responde Elena.
 

Contándole las buenas nuevas a tus amigos — dice mi tío sentándose a mí lado .

— Algo así.

— ¿ Cómo te has sentido en tu nuevo día?.

— Como un pez fuera del agua.

— Es normal, mi niña, poco a poco te acostumbras. Además, tampoco será para siempre.

— Será el tiempo que tenga que ser— alegó.

— Hoy me marchó temprano. Tantas reuniones me han dejado exhausto.

— Está bien, tío. Tú salud es lo primero. Yo todavía no sé a qué hora llegue a casa. Queda mucho por aprender.

— Calma, hija, calma.

Mujer De fuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora