¿ Qué nos pasa que no podemos ser felices?.
¿ Por qué el temor a lo desconocido?.Entregamos todo sin esperar nada a cambio. Damos nuestro corazón sin pensar que este puede salir lastimado y, entregado en nuestras manos en mil pedazos.
Caminar hacia un pozo sin fondo es una locura que cometemos cuando nos enamoramos, y si, es un pozo sin fondo, porque muchas veces encontramos todo lo que buscamos y en otras nos devastamos, sufrimos, nos hacemos daño sin encontrar el final.
Pero yo no quiero caer en ese sufrimiento, no quiero sentir lástima de mi misma por no lograr que el amor entre nuevamente en mi vida, no todas tenemos escrito un final como en los cuentos de hadas, muchas escribimos nuestros cuentos e historias con sangre y lágrimas, sin necesidad de que seamos rescatadas por el apuesto príncipe.
Y por más que traten de romper y cortar mis alas, nunca lo lograrán, ningún hombre podrá apaciguar el fuego que llevo dentro, y que poco a poco esta saliendo a la luz.
- Se puede saber, ¿¡qué significa esto!?- Camilo, entra en mi casa rompiendo el silencio con un genio de los mil demonios, mientras mi tío, su invitado y yo conversamos en la terraza.
Saca su teléfono del bolsillos y nos muestra a todos un video mío bailando de forma atrevida con un desconocido, no tan desconocido. El señor Palacios y yo, nos miramos.
- Primero que todo los modales, o esos también los perdiste- le dice molesto mi tío, yo solo miró en otra dirección.¡ Joder!.
-¡ Lo siento, okey!, pero es que su sobrina a veces rebasa los límites- grita enfatizando en sus palabras.
- ¿Y usted, los tienes?- pregunta mi tío levantándose de la mesa de un golpe.
Se va almar la gorda, y todo gracias a quien, a su servidora.
Camilo se queda callado, yo no aguanto ver su cara de póker y me río por lo bajo. Muchas veces me sorprendo de lo desagradable que puede llegar a ser mi tío cuando se lo propone. Y hoy, es uno de esos días. ¿ Quién lo manda a buscarle las cuatro patas al gato?
- Bueno, creó que llego el momento de marcharme- se levanta Raúl observando cada gesto que hago.
- Hija, por favor, acompaña a nuestro invitado a la salida.
Obedezco, pasó por el lado de mi verdugo y le dirigido una mirada nada agradable.
- Esto lo resolvemos después - le digo por lo bajo.
Al llegar a la salida Raúl se queda mirándome, su expresión me intriga por lo que le tengo que preguntar.
-¿Por qué me miras así?.
Sonríe y se le forman unos pequeños hoyuelos en sus mejillas.
- Me intrigas mucho. Anoche eras toda una diosa, una mujer que cualquier hombre mataría por tener entre sus sábanas y hoy...
-Hoy. ¿Qué?.
- Eres un ángel que bajo del cielo y al que seria capaz de llevar al mismo infierno.
- Ni tan santa, ni tan diabla, solo soy una mujer a la justa medida.
- Espero volverte a ver, en un bar, en tú oficina, en el parque , o paseando al perro, pero verte de nuevo.
Su descaro hace que mi piel se ruborice.
- No se, tal vez, quien sabe.
Y cierro la puerta tras de si. No estoy de ánimos para enfrentar un hombre con las hormonas alborotadas, suficiente tengo con aguantar al insoportable de Camilo, que para variar quiere una explicación de lo que hago o dejo de hacer con mi vida.
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Mujer De fuego
RomanceA veces la vida juega a nuestro favor, y otras en contra. O simplemente debemos aprender a jugar su juego. Un juego que nos puede hundir, o tal vez ayudarnos a salir a flote sin llegar ahogarnos. Roxana aprendió a jugar y no habló del basquetbol o d...