Capitulo 36.

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Ángel: Quiero proponerte algo (la informó y Victoria se quedó con la vista fija en Nicole mientras sentía cómo temblaba su corazón)

Victoria: ¿De qué se trata? (pregunto sin mirarlo y tratando de ocultar su nerviosismo)

Ángel: Quiero que volvamos a intentarlo. Me refiero a nuestro matrimonio (sincero)

La sorpresa que supuso esa proposición para Victoria fue inmensa. Por un momento, se quedó confundida y no pudo evitar que su asombro resultara evidente.

Ángel: Escúchame antes de decidir nada (añadió deprisa creyendo que ese gesto significaba un no) he estado toda la semana intentando encontrar una solución para esta situación a la que hemos llegado tú y yo y no veo ninguna (paso saliva) al menos ninguna que nos permita conservar el poco orgullo que nos queda a ninguno de los dos (Victoria giro la cabeza y lo miro a los ojos quedándose en silencio mientras lo seguía escuchando) Todavía te deseo, me he dado cuenta que no puedo dejar que te vayas por segunda vez, por eso estoy dispuesto a olvidarlo todo y comenzar de nuevo, y me gustaría que tú hicieras lo mismo (dijo sincero)

Victoria no podía respirar, no podía tragar, no podía ni siquiera pensar de lo sorprendida y atónita que estaba. Nunca, desde que lo conocía, había visto a Ángel pedir algo en ese tono, rogar nada a nadie. Y sin embargo en ese momento lo estaba haciendo. Le estaba rogando que le diera otra oportunidad. Las lágrimas la invadían. Lágrimas por él porque esa petición dañaba gravemente su orgullo. Al fin y al cabo, él no había hecho nada malo, excepto creer en un rumor que sus ojos en parte vieron confirmado, y a pesar de todo, la seguía amando, a pesar de todo quería intentarlo de nuevo.

Victoria: ¿Y Nicole? (susurró) ¿Qué pasa con Nicole? Ella es parte de mí, Ángel, si me quieres a mí, la tienes que querer a ella (le aclaro)

Ángel levantó la vista hacia la niña, que seguía jugando. Victoria sabía lo que él veía en ella cuando la miraba.

Ángel: Yo no soy un mal hombre, Victoria (regreso la mirada hacia ella) No tengo ningún interés en hacer daño a ninguna niña (le aseguro)

Eso quizá fuera cierto, nunca le haría daño a sabiendas, pensó Victoria, pero, ¿se lo haría inconscientemente?

Victoria: ¡Pero Ángel, si ni siquiera eres capaz de decir su nombre! (frunció el ceño)

Ángel: El nombre de mi madre. Me cuesta... (se interrumpió haciendo un gesto de dolor que le hizo a ella llorar) ¿Por qué hiciste eso, Victoria? ¿Por qué le pusiste el nombre de mi madre cuando...? (sus palabras se atoraron en su garganta)

La razón era bien sencilla, pensó Victoria. Porque era su hija. Habría deseado gritarlo, pero no podía. Álvaro le había arrebatado ese derecho, sin embargo, su silencio la condenaba aún más a los ojos de él. Ángel se levantó tenso.

Ángel: La adoptaré. Entonces será legalmente mía, mi hija

Eso nunca sería suficiente, pensó Victoria cerrando los ojos de pura desesperación. Nicole se merecía algo mejor. Nunca podría probar su propia inocencia, pero sí la de su hija.

Victoria: Estoy dispuesta a que le hagas una prueba de ADN si crees que eso te va a ayudar a aceptarla como hija tuya. Al menos nos queda esa opción

Ángel: ¿Es ésa tu respuesta a mi proposición? (curioso)

¿Lo era? Se preguntó Victoria. ¿Serían capaces de reemprender un matrimonio en el que él constantemente estaría sospechando de su fidelidad o reprochándole lo sucedido cada vez que discutieran? ¿Podría ella soportarlo?

Victoria: El pasado es el pasado, Ángel. Si volvemos a intentarlo, tienes que prometerme que lo enterrarás para poder darnos otra oportunidad (seria)

Ángel: Eso ya lo he asumido antes de venir aquí (asintió)

Otra aceptación más, recapacitó Victoria. Respiró profundamente y preguntó:

Victoria: ¿Y Elisa? (frunció el ceño con curiosidad)

Ángel: En el olvido (le aseguro)

¿Significaba eso que ya la había olvidado o sólo que estaba dispuesto a olvidarla si volvían a empezar? Quiso hacerle esa pregunta, pero luego pensó que no sería justo. Tenía que confiar en su palabra. Si no lo hacía, no podía exigirle a él que confiara en la suya.

Victoria: Y tu padre... (preguntó esperando que él explicara qué harían con respecto a él)

Ángel: No puedo mentirte (se encogió en hombros) No creo que a él le alegre mucho la nueva situación, pero lo cierto es que ahora quiere mucho a la ni... (se interrumpió un momento. Victoria contuvo la respiración) a Nicole (dejo escapar una bocanada de aire) Quizá ve algo en ella que yo no he sido capaz de ver (se acerco para sentarse de nuevo frente a ella)

Victoria: ¿Es que te ha dicho él algo? (pregunto un poco ansiosa)

FRUTO DE LA TRAICIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora