Nicole: Hombre me lleva en brazos (miro a Ángel)
Victoria frunció el ceño. Había vuelto a llamarlo hombre, pero al menos le pedía que la llevara.
Ángel: Papá (corrigió) Papá te llevará.
Nicole: Bueno. Papá me llevará (contestó elevando los brazos)
Ángel: ¿Y puedo agarrar a mamá de la mano entonces? (preguntó inclinándose y tomándola en brazos)
Él intentaba relajar la situación, pero ella notaba la tensión en sus gestos. No era para él tan fácil como podía parecer. Nicole asintió y Ángel la tomó de la mano. Continuaron subiendo y entonces Nicole, muy despacio, casi como probando, fue deslizando los brazos alrededor del cuello de Ángel hasta que finalmente apoyó la cabeza en su pecho.
Ángel: No digas ni una palabra (dijo él) Me doy perfecta cuenta del honor que me hace
Victoria: Lo sé (contestó) y te lo agradezco
Le apretó la mano otro poco más, pero no dijo nada. Cuando llegaron, Fabia los estaba esperando para llevarse a la niña a tomar el té y darse un baño. Ángel pareció aliviado y Nicole no protestó. Victoria también pensó que por el momento era suficiente.
Ángel: ¿Entonces estás a mi disposición ahora o tiene preferencia el té y el baño? (arqueo una ceja)
Por lo general el baño hubiera sido una cuestión preferente, pero no en aquella ocasión. Aquel día Ángel era más importante, la nueva y delicada relación que se habían propuesto era más importante.
Victoria: Soy toda tuya (sonrió)
Con eso le bastaba. El nuevo aprendiz de padre desapareció para dar paso al macho depredador sexualmente hambriento. El periodo de tiempo que siguió fue lo que podría llamarse un periodo de reajuste en el que ambos intentaron por todos los medios que aquella nueva relación saliera bien. Y lo cierto fue que tuvieron éxito, aunque les ayudó el hecho de que Álvaro tuviera que marcharse a los pocos días. Tenía reserva en un hospital de Suecia para hacerse una operación de cirugía.
Victoria: ¿Es peligroso? (le había preguntado a Ángel cuando se lo contó)
Ángel: Le puede ayudar a vivir mejor los próximos meses (fue todo lo que él quiso contestarle)
Victoria: ¿Y vas a quedarte con él? (curiosa)
Ángel: No (sonrió) tiene demasiado orgullo para permitírmelo
Álvaro fue a despedirse de Nicole, y Victoria se inclinó para darle un beso sincero en la mejilla y decirle adiós ella también.
Álvaro: Pienso volver así que no esperes que sea ésta la última vez que me ves (dijo con una sonrisa burlona) Ya sé que mientras tanto vas a volver a hechizar a mi hijo por segunda vez
Victoria: Puede que seas un viejo malévolo, pero no te deseo ningún mal, Álvaro
Álvaro: ¡Bah! (hiso un puchero y arrugo el ceño mientras dirigía su silla de ruedas hacia afuera para marcharse)
Al marcharse Álvaro pareció como si se llevara consigo parte de la tensión. Ella se sentía más relajada pero también observó que Ángel se mostraba más sereno. Quizá Álvaro había estado hablándole a sus espaldas. Además, Ángel no salía de casa, lo cual también ayudó. Dividía su tiempo entre el despacho de la villa y el de Catania. Quizá aquella fuera otra señal de la importancia que le concedía a su nueva relación. Al menos Victoria así lo esperaba. Lo que desde luego era cierto era que Ángel lo estaba intentando de verdad. Ambos lo intentaban, pero era él quien más tenía que esforzarse porque tenía que aprender a aceptar a Nicole. La niña ayudaba, era tan encantadora que era fácil quererla, y con su abuelo fuera de casa necesitaba otro hombre al que adorar. Y por supuesto el elegido fue Ángel. Él al principio se mostró cauto, quizá simplemente para defenderse a sí mismo, supuso Victoria. Tenía que tantear una situación con una hija que al final, podía resultar no ser hija suya. Lo extraño del caso era que, a pesar de estar esperando a que él dijera que debían hacerle la prueba sanguínea, Ángel no dijo nada al respecto. Victoria tardó mucho tiempo en saber por qué no lo mencionó, y cuando lo supo era demasiado tarde. Además, que días anteriores él mando a traer una prueba de embarazo y salió positiva algo que los alegro mucho, pero decidieron no contarle nada a nadie por el momento, querían esperar un poco antes de anunciar el nuevo embarazo, pues querían disfrutar a lo máximo esta nueva etapa que estaban viviendo, también se morían de ganas por contarle la noticia a la pequeña Nicole de que tendría un hermanito pues sabían que se pondría muy feliz porque su compañero para jugar y compartir momentos estaba en camino. Victoria comenzó a hacer un proyecto para reformar la planta de invitados de la casa. Obligó a Ángel a escuchar sus planes, le pidió su opinión y le preguntó qué deseaba. Le hizo participar en todo el proceso y luego hicieron el amor en el rincón en el que iba a estar su dormitorio porque, según dijo él, había que probarlo primero.
Victoria: ¿Qué opinas tú? (le preguntó mientras yacían desnudos en aquel rincón)
Ángel: Puede que sirva (contestó él) pero creo que sería mejor que probáramos alguna de las otras habitaciones antes de decidirnos (dijo mientras le mordía el lóbulo de la oreja)
Victoria: Eres un maníaco sexual (rio)
Así iban pasando los días. Todo era sencillo y alegre, excepto cuando hacían el amor, por supuesto. Entonces todo era muy serio. Hacían el amor siempre con pasión y urgencia. Tanta que, aunque no sabía bien por qué, Victoria a veces se preocupaba. Quizá fuera que ninguno de los dos podía creer que aquella situación fuera a durar para siempre. La operación de Álvaro fue un éxito. Ángel fue a verlo antes de que lo ingresaran en un hospital para la convalecencia. Victoria sintió el impulso de mandarle a través de él una caracola.
Victoria: Dile que es de parte de Nicole, que es para alejar a los malos. De ese modo aceptara el obsequió con más facilidad (dijo mientras le entregaba la caracola)
Ángel: Necesito que arregles tus diferencias con él (respondió) Al menos que lo intentes (le acaricio la mejilla)
Victoria: Está bien, lo intentaré (contestó pensando que hubiera sido mejor que le hiciera ese ruego a su padre y no a ella)
Las obras en la casa continuaron y estuvieron terminadas antes de que Álvaro volviera. Victoria preparó una cena especial para darle la bienvenida e insistió en mostrarle ella misma las reformas. Le mostró la habitación de Nicole donde dormiría sola, con el dormitorio de Fabia a un lado y el de ellos al otro, todos comunicados por puertas. Le enseñó también otra habitación para él muy cerca de la de Nicole y de las escaleras.
Victoria: Es para ti, por si alguna vez quieres estar cerca de Nicole (dijo mientras señalaba la puerta de la habitación)
Álvaro: Aún no tengo un pie en la tumba, ¿sabes? (dijo con una sonrisa burlona) No tienes por qué hacer ese tipo de concesiones
Victoria: Muy bien, entonces olvida la habitación que te he enseñado. Pero luego no digas que soy yo la que no lo intenta (cruzo los brazos)
Álvaro: ¡Bah! (se encogió entre hombros y sacudió su mano indicando que no le dijera más)
Sin embargo, Álvaro se mostraba distinto desde que había vuelto de Suecia. Estaba más callado y más pensativo, aunque su aspecto era mucho más saludable. Tanto que Victoria se preocupó de que estuviera tramando algo, algo que acabara de una vez por todas con los esfuerzos suyos y de Ángel. Pero el tiempo pasó y no ocurrió nada. Comenzó a hacer mal tiempo y Ángel estuvo muy ocupado. A veces, salía de casa, pero nunca durante semanas. Victoria comenzó a proyectar un cuarto de juegos para Nicole, ya que no iban a poder salir mucho más a la playa.
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FRUTO DE LA TRAICION
RomanceVictoria y Ángel se enamoraron desde el primer momento en que se vieron, se casaron por que querían pasar el resto de sus vidas juntos, pero el padre de él no aceptaba el hecho de que su hijo se hubiera casado con Victoria, así que para separarlos i...