Eres Diferente, Jones

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No pude pegar los ojos nuevamente en toda la noche debido a que la escena del beso no dejaba de repetirse en mi cabeza. No voy a negar que tenía ganas de hacerlo, me sentí excitada y no lo niego. Estuve a punto de perder la virginidad con él porque si, soy virgen.

Puede que suene estúpido pero siempre quise entregarme a alguien que me ame y Adam, pues, a él solo le gusta tener sexo y aplicar la de: "aquí se rompió una taza y cada quien para su casa"., ¿Y yo? Pues yo tengo dignidad, algo que me dijo mi voz interna; "si muy rico y todo ¿pero y tu dignidad que perra?". Sería lindo que mi primera vez sea con Adam, pero lamentablemente él no es de los que quieren tener una relación y yo no soy de las que quiere ser objeto sexual de nadie.

- ¡Joder! Son las 5:15 y yo ni siquiera se que me voy a poner.

Me desperté a las 10 ya que ayer me quedé despierta hasta tarde y cuando desperté lo primero que hice fue: desayunar, arreglar la casa, ver películas de terror, leer y dormir un poco mas, olvidando por completo que hoy es la fiesta. Pues en mi mente estaba: "hoy es sábado hay que leer y ver una maratón de películas y dormir".

Me fui rápidamente al baño y me duché, terminé después de unos minutos y envolví la toalla en mi cuerpo y me puse a buscar mi ropa.

- No, esto tampoco... Definitivamente no - dije mientras tiraba al piso la ropa rechazada. Finalmente encontré un vestido negro pequeño y ajustado al cuerpo con un escote en el pecho- no me pondré esto, ni de coña -resongué. Mire la hora en el reloj de mesa y ya había pasado media hora-.

¿Es en serio? Así de rápido me gustaría que pasaran las horas de clases. Me di por vencida, ya era tarde y no me he arreglado y mi habitación era un desastre y no tenía mucho tiempo así que opté por ponerme aquel vestido negro. Me puse unos tacones negros un poco altos y unas medias de invierno color piel y me miré en el espejo.

Para ser sincera no me veía mal pero no acostumbro a usar ropa pequeña y ajustada; por lo que se me hacía un poco incomodo.

Me senté frente al pequeño espejo de la cómoda y comencé a maquillarme. No me gustaba mucho el maquillaje así que me hice algo sencillo, aparte no se mucho sobre eso y nunca he hecho algo para aprender.

Terminé de maquillarme y luego continúe con mi cabello. Nada más lo sequé, lo sepille y luego lo planché un poco. No era tan necesario ya que mi cabello era lacio, solo quiero asentarlo un poco. Volví a ver la hora y ya eran las 6:00 y no muy tarde tocaron el timbre. Me dejé el cabello suelto, tomé mi abrigo y bajé de inmediato a su llamado.

- Santos cielos cariño, ¡te ves hermosa! ¿a donde irás? -pregunta papá sorprendido.

- Gracias papá, iré a una fiesta, perdón por no avisar -contesté mientras caminaba hacia la puerta.

- No te preocupes, cariño -dijo parándose a lado de la puerta. Asentí con una sonrisa y abrí la puerta. Adam iba a decir algo pero al verme se quedó callado y me observó por un buen tiempo, algo impresionado.

- Buenas tardes, Adam - le saludó papá con un tono divertido.

- A-ah hola, Robert -reaccionó- vengo por Verónica ¿ya estas lista?.

- Si, ya estoy lista.

- Un momento, ¿Ustedes dos están saliendo?.

- Bueno nosotros...

- no, no estamos saliendo ni nada por el estilo, él solo se ofreció llevarme a la fiesta -lo interrumpí.

- Oooh, vaya, me había emocionado. En fin, que se diviertan chicos.

- Gracias papá, nos vemos luego - besé su mejilla y salí de casa, alejándome de ella.

- Amm Robert, Verónica y yo si estamos saliendo, es solo que le da pena decirlo.

Hasta que la muerte nos separe  [Completa ✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora