La Última Nota

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Sus palabras resonaron en mi cabeza como eco

"Lo lamento, Verónica, Adam fué asesinado el miércoles cuando iba de camino al trabajo"

- ¡Eso no es verdad! ¡No es cierto...! Axel... -mamá se levantó y se puso a mi lado para tratar de calmarme, Axel me miró con lágrimas rodando por sus mejillas mientras negaba con la cabeza.

- Lo siento, linda, me gustaría decirte que no. Pero solo te estaría mintiendo...

Eso no era verdad, no podía ser verdad. Adam no podía estar muerto, esto solo era una pesadilla.

Me puse mis gafas y salí de la casa para ir a la de Adam, toqué la puerta con desesperación y entonces el señor Lían abrió la puerta. Cuando lo ví estaba irreconocible: tenía ojeras, estaba desarreglado y sus ojos estaban hinchados.

- Dígame que no es cierto... -el señor Smith empezó a llorar y luego me abrazó, yo me quedé quieta, procesando todo-.Eso no es verdad...-susurré- eso es mentira -se separó de mi y me miró tomándome de los hombros.

- Lo lamento, Verónica. Pero aunque nos duela debemos aceptarlo. Debemos ser fuertes, cariño.

Aún viendo a su padre llorar yo me negaba a aceptar esto, me negaba a aceptar que él amor de mi vida se había ido para siempre.

Negué con la cabeza, entré a su casa y subí las escaleras dirigiéndome al cuarto de Adam. Entré y no lo ví, todo estaba ahí, excepto él... No sé por qué, pero creo que esto era lo que necesitaba mi cerebro para poder entender, o, mejor dicho; aceptar que él se había ido, que no lo volvería a ver nunca más.

Caí al piso sobre mis rodillas, llevándome las manos al pecho estallando en llanto, mientras gritaba su nombre con todas mis fuerzas. Axel entró y se arrodilló a mi lado para tratar de calmarme, pero el tampoco pudo evitar llorar conmigo, me abrazó y acarició mi cabello.

- Por favor, ya no llores... Eso podría lastimar al bebé. Debes ser fuerte: por ti, por tu hijo y por Adam. Él no querría esto, él no quería separarse de ti.

Yo solo lo escuchaba sin dejar de llorar, en cuanto Axel me soltó y tomó mi rostro para que lo mire, caí inconsciente en sus brazos

***

Sentí besos por todo mi cuello y rostro, luego en mi pecho y otro en mis labios. Abrí los ojos y lo miré.

- ¡Adam! -grité, lo tumbé en la cama y lo llené de besos- ¡Sabía que no era real, estás aquí!

- Y siempre estaré aquí, yo jamás te dejaré. Pero ahora debes despertar -lo miré por unos segundos.

- ¿Qué...? -hizo que me sentara para luego él hacer lo mismo, me miró a los ojos y acarició mi mejilla.

- Despierta, no los preocupes.

- Pero... Estoy despierta -él negó con la cabeza.

- Sé que es duro, pero tienes que despertar. Sé fuerte, mi pequeña hada, si te apagas no habrá quien ilumine mi camino.

- Nosotros te estaremos cuidando, mi amor. Por más difícil que suene debes ser fuerte, hazlo por mí bisnieto.

- Abuela... -la voz se me quebró.

- Te agradezco por todo lo que haz hecho por mi hijo -dijo una mujer un poco joven, hermosa, de ojos verdes y su cabello era largo y castaño oscuro, sus labios eran finos y de un color rosa-. Eres hermosa, fuerte y capaz, mi hijo fue muy feliz a tu lado. Gracias por todo. Ahora despierta, querida. -con lágrimas en los ojos miré a mi abuela, luego a Adam.

Hasta que la muerte nos separe  [Completa ✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora