Amaneció. La alarma del celular sonó fuertemente levantándome de un brinco; estúpida alarma. Me levanté y fui a darme una ducha, me arreglé y bajé con Ares a la cocina.
— Buenos días papá –dije entrando a la cocina–.
— Buenos días Verónica –respondió; creo que seguía molesto, el solo dice mi nombre cuando lo está. Saqué la comida de Ares y la puse en su plato.
— Buen provecho dulzura –luego saqué el cereal y la leche y me serví un poco. Es mi desayuno favorito– ¿aún estás molesto conmigo papá? –pregunté con voz suave y de arrepentimiento.
— Un poco Verónica.
Es obvio que está molesto que pregunta tan estúpida.
— Entiendo, de verdad lo siento.
— Claro que entiendes, Verónica, me parto el lomo trabajando para pagar tus estudios ¿y ahora faltas al instituto? no te estoy sacando en cara lo que hago por ti solo solo quiero que te des cuenta del esfuerzo que tu no valoras –estaba calmado, pero su voz era seria–.
— Se lo que estas haciendo por mi y en serio te lo agradezco, papá, pero te he dicho que ya tengo la edad suficiente para buscar un trabajo y más que sea pagarme los estudios y así tú te puedas encargar solo de la casa pero tú no me lo permites.
— ¡¿A caso quieres terminar como tu madre?! –levantó la voz–.
— Ya no tengo once años papá –levanté igual la voz–.
— ¡Tu madre tenía tenía veintitrés y aún así abusaron de ella!–gritó–.
— ¡De todas maneras tengo que aprender a desenvolverme y cuidarme sola, no toda la vida estarás para protegerme. Me dejas ir a fiestas en donde hay más probabilidades de ser violada no nada más en el trabajo; todo el maldito mundo está dañado!
— Te dejo ir porque vas con Adam y porque no me parecía que estuvieras encerrada en tu habitación, en el trabajo no estará Adam contigo...y se que no soy eterno pero quiero cuidarte y evitar cualquier desgracia mientras viva.
— Bien...¡lamento haber faltado a clases tres días pero no me estés sacando en cara eso, porque es lo que estas haciendo! –dejé mi desayuno ahí y camine hacia la puerta–.
— ¡Verónica ven acá¡–lo ignoré y abrí la puerta encontrándome con Adam quien tenía la mano levantada a punto de tocar el timbre. lo esquivé y comencé a caminar rumbo al instituto– ¡Verónica te estoy hablando! –gritó desde de la puerta pero no volteé y seguí caminando–.
— Verónica –oí la voz de Adam, me volteé– ¿oye estás bien?
— Si, estoy bien –fingí una sonrisa pero mis ojos me delataron–.
— No, no lo estas, dime que pasó.
— No es nada, solo fue una pequeña discusión –dije con voz quebrada–.
— Si claro, una pequeña discusión y estas a punto de llorar, claro claro una pequeña discusión –solo lo miré aguantando las ganas de llorar– prometimos contarnos todo, Jones.
— Fue una pelea absurda Adam, no importa.
— Si fuera así no estarías como estás.
— En serio fue solo una pelea tonta, es solo que nunca había tenido una discusión con papá y mucho menos por una tonteria.
— Vamos al auto, ahí hablamos – asentí, nos subimos al auto y nos fuimos al instituto– ¿y bien? ¿qué pasó? –colocó un cigarrillo en sus labios y lo encendió–.
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Hasta que la muerte nos separe [Completa ✔️]
Teen FictionA veces el siempre siempre termina. Un hasta que la muerte nos separe no será siempre como lo soñamos, Verónica y Adam lo entenderán de la forma más dolorosa... - ¿A que te refieres con eso, Jones? - Solo te digo que, no estas solo en esto, Adam. ...