Una Loca Obsesionada

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Adam Smith

Una semana ha pasado desde que estoy saliendo con Verónica y no puedo negar que mis sentimientos son cada vez más fuertes hacia ella y no quiero esto, no, no quiero hacerle daño pero tampoco quiero alejarme.

No tengo idea de que hacer, no puedo decirle la verdad, ¿por qué demonios me metí en esto?, De no haber sido así no estuviera pasando por esto, ¿como puedo decirle la verdad? Soy de las personas que se enamoran rápido ¿que podía esperar? Tampoco me imaginé que esto ocurriría.

Ahora ya no me la puedo sacar de la cabeza, estoy loco; loco por sus besos, por su sonrisa, por su forma de ser y joder... hasta de su sonrojado. Y ni que hablar de su cuerpo, de su hermoso cuerpo, estar con ella me hace sentir bien. Ya no sé que hacer, cada día siento que la quiero y pedirle que sea mi novia es algo apresurado.

Me duché y luego bajé a darle de comer a Luna y luego desayuné, una vez terminé de desayunar lavé mis dientes y salí de casa para ir a la de Verónica. Toqué el timbre y no muy tarde abrieron la puerta, era ella, me recibió con una hermosa sonrisa.

— Hola, medio metro, ¿ya estas lista?

— Hola, cabeza de nido mal hecho, si ya estoy lista.

— ¿Entonces, nos vamos? –ella asintió y entonces fuimos al auto y emprendimos camino al instituto– ¿y tu papá? –pregunté mientras conducía.

— Él se fue temprano al trabajo, por eso no salió a saludarte –respondió–.

— Oooh bueno –sonreí.

Llegamos al instituto y entramos, no faltaron las miradas como todo un siempre, parecía que estaban viendo a Angelina Jolie y a Brad Pitt en la alfombra roja. Bueno yo me sentía así,  quizás ellos nos miren con envidia; sea de la buena o de la mala pero estoy seguro de que era envidia y la verdad no me importa, nunca me ha importado y mucho menos ahora que estoy con alguien de la cual me he enamorado perdida mente.

Debería pedirle que sea mi novia, ¿y si lo hago frente a todos? !Joder! ¿este soy yo?

Fui a mi casillero, saqué lo necesario y junto con Verónica nos fuimos a clases. No estaba prestando atención por pensar en si decirle la verdad o no a Verónica,  de terminar con esto o seguir adelante, pensando también en si pedirle que sea mi novia o no.

¿Como coño es que llegué a esto? ¿Como pude enamorarme de la persona a la que seguramente haré daño el día que se entere de la verdad? Debo ser cauteloso, debo mantenerlo en silencio hasta que esté decidido a decírselo y no debo tardarme mucho, la mentira tiene patas cortas y si se tiene que enterar de eso tiene que ser de mi boca y no de alguien más.

— ¿Adam?... ¡Adam!.

— Si, si, maestra ¿que sucede?

— Sucede que estas distraído, si no te interesa mi clase, puedes irte –dijo en un tono molesto.

— Lo lamento, maestra, no volverá a ocurrir.

— Eso espero, Adam, o si no ya sabes que hacer.

¡Agg! vieja tonta, ni que su clase de historia fuera tan interesante, preferiría ver mil veces Harry Potter. Si no me voy de aquí es por mis notas más no porque me interese esto, me pregunto de qué nos servirá esto a la larga.

Hasta que la muerte nos separe  [Completa ✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora