— ¡Vete! ¡Verónica largo! –gritó mientras forcejeaba con aquel hombre –no podía dejarla sola, debía ayudarla, no podía irme sin hacer nada y dejar que le hagan quien sabe que cosa.Tomé un palo y lo amenacé con el mismo, intenté golpearlo pero fue en vano, el muy maldito esquivó el palo y me tomó de la muñeca, quitándome el palo. Me volteó y pegó mi espalda a su pecho. A ambas nos metieron a la furgoneta amenazandonos con un arma, nos amarraron las manos y nos cubrieron la cabeza con unas bolsas negras. Sophia y yo llorabamos, suplicando qué no nos hicieran nada, que nos dejaran ir pero ellos no decían nada, solo se oían nuestros llantos y el fuerte sonido del motor.
Nos tuvieron ahí si quiera por unos 15 o 20 minutos, Sophia y yo estábamos agarradas de las manos; podíamos hacerlo ya que nuestras manos estaban amarradas al frente y ambas estábamos una a lado de la otra. La furgoneta se detuvo, escuché como abrieron las puertas del vehículo, no forzajeamos ni nada; sabíamos que sería inútil así que nada más dejamos qué nos llevarán a quien sabe donde.
— ¡Que harán con nosotras! –exclamó Sophia pero ninguno contestó–.
— Creo que la SDS.
— ¿SDS? ¡¿Que coño es eso?!
— Solo dios sabe. De todas maneras, fue un gusto conocerte Sophi.
— Nos vemos en el infierno, mi querida amiga –me dijo ella con el mismo tono dramático. Nos detuvieron y desamarraron nuestras manos.
— Pueden quitarse la bolsa –ordenó una voz que se me hacía familiar, nos quitamos las bolsas, y entonces...
— ¡SORPRESA! –gritó un grupo de gente frente a nosotras, Sophia y yo nos miramos boquiabiertas. Ambos hombres se quitaron las mascaras y entonces supimos de quienes se trataban; eran Axel y un amigo de papá. Les sonreí media molesta por lo que hicieron, pero feliz porque no era un secuestro real.
Sophia y yo nos abrazamos y reímos por lo que había ocurrido y de la felicidad de que todo se trató de una pesada broma.
— ¡Genial! Mi maquillaje –gruñó–.
— Ahora si te preocupas por eso –reí– ok, déjenme decirles que se pasaron, en serio que si. Me sentí... Bueno nos sentimos aterradas, pero nos alegra saber que todo fue una broma y que estamos bien. ahora, quiero agradecerles por esta fiesta sorpresa de verdad no me lo esperaba, en serio muchas gracias –todos comenzaron a aplaudir y a reír.
De seguro nos grabaron todo el tiempo y no me imagino lo ridículas qué nos veíamos por el miedo. Papá se acercó a mi y me abrazó.
— Feliz cumpleaños cariño –se separó– lamento por el susto que les di.
— No se preocupe señor Jones, no pasa nada solo casi me muero –dijo divertida, papá rió–.
— En serio lo lamento, ¿te gusta la decoración cariño?
— Si papá, está hermoso de verdad gracias –sonreí muy Feliz.
La decoración era hermosa; todo era de color morado y blanco, había una mesita de vidrio llena de bocadillos, caramelos y un pastel de vainilla de dos pisos. Era algo sencillo pero muy bonito, muy bien adornado y lo mejor de todo es que lo hicieron ellos, dedicaron todo su tiempo en esto y es lo que lo hace más hermoso y especial, más valioso que una joya de miles de dólares.
— No hay de que cariño, pero no solo me lo tienes que agradecer a mi, la idea no fue solo mía.
— ¿ah no? ¿Entonces de quien?
— Si te volteas lo sabrás.
Fruncí el ceño, extrañada. Volteé y vi a Adam parado detrás de mi, sosteniendo un ramo de libros en su mano derecha y en la otra, un ramo de tulipanes morados. El vestía de un pantalón blanco y una camisa mangas largas qué se ajustaba muy bien a su cuerpo, marcando su perfecto abdomen trabajado; selo veía elegante, sexy, comible.
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Hasta que la muerte nos separe [Completa ✔️]
Teen FictionA veces el siempre siempre termina. Un hasta que la muerte nos separe no será siempre como lo soñamos, Verónica y Adam lo entenderán de la forma más dolorosa... - ¿A que te refieres con eso, Jones? - Solo te digo que, no estas solo en esto, Adam. ...