Escalera al cielo

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- ¿Cómo que...mi papá, no es mi papá? ¿Qué pasó con mi abuela, y que tiene que ver eso con ella? -mis padres se miraron entre sí, en silencio. Volvieron a mirarme y como si se les dificultara decirlo, solo abrían la boca pero ninguna palabra salía de ella- ¡Hablen ya! ¡¿Que pasó con ella?!

- ¿Qué-queé haces aquí? Deberías estar en el instituto.

- ¡¿Creen que tengo cabeza para la escuela con esto que está pasando?! ¡¿Que pasó con mi abuela?!

Mis lágrimas comenzaron a caer, esperando lo peor. Mi corazón sabía lo que había pasado con ella, pero yo, yo me negaba a aceptarlo.

- Ella...ella, tu abuela. Ella falleció, cariño, lo lamento...

Negué con la cabeza.

- No, ella...no es cierto, ella no está muerta -dije con voz quebrada- eso no puede ser posible -entonces, empecé a llorar, Adam me volteó hacia él para abrazarme. Lo abracé con fuerza y comencé a llorar igual de fuerte. Escuché el sollozo de mamá, me volteé y la ví en los brazos de mi padre- ¿Cómo murió...?

Al oír mi pregunta, se volteó y me miró.

-....De un infarto...

- ¿Por qué? ¿Qué fue lo que lo provocó? -pregunté con mi voz quebrada.

- Porque... escuchó algo que la impactó, al igual que a ti.

- ¿Ella no sabía nada?

- No, ella no sabía nada, ni siquiera que tu madre había sido violada, ella siempre creyó que eras mi hija...-habló esta vez papá- ella sufría del corazón y por eso, decidimos ocultarlo...esta mañana tu madre y yo estábamos hablando sobre cómo decirte la verdad de esto, ella nos escuchó y cuando tu madre le contó todo, se puso mal...cariño, de verdad lo siento.

- Quiero estar sola...-fue lo único que salió de mi boca, mi corazón estaba partido en miles de millones de pedazos.

En cuanto me dieron la noticia, sentí como si me hubieran arrancado el corazón.

Me fui a mi habitación y azoté la puerta con fuerza al cerrarla, no quería saber de nada ni de nadie. Solo quería dormir y despertarme con la certeza de que todo fuera una pesadilla y ver a mi abuela viva.

Me acosté en la cama y estallé en llanto: dos noticias, ambas demasiado cruel, pero sobre todo. La partida de mi abuela. Ya no pudo acompañarme al altar junto con mi padre como ella quería; ahora acaba de tomar la escalera al cielo.

Por eso me asusta cuando algo bueno pasa porque siempre tiene que suceder algo malo después, creo que eso es ley. Recuperé a Adam y ahora... perdí a mi abuela, y lo peor de todo es que yo sé que por miles de cosas que haga, ella no volverá.

«-¿Quien cumple 19 años hoy? ¡Dios, Que grande estás! Aún tengo el vivo recuerdo de cuando le ponía talco en ese trasero blanco. Como si hubiera sido ayer»

Recordé, lloré con más fuerza y los recuerdos seguían invadiendo mi mente.

«-¿Qué sucede, cariño? ¿Por qué lloras?

- Tropecé y me caí, abuela, me lastimé la rodilla -respondí entre llanto.

- Ay mi niña, no llores. Ven, vamos para curarte -me tomó en sus brazos y entró a la casa, llevándome a la sala, me sentó en el sofá y luego fue en busca del botiquín. Regresó con él y se sentó frente a mi.

— ¿Me va a doler? –pregunté entre sollozos.

— Solo un poco, mi niña, pero tú eres una niña fuerte y valiente.

Hasta que la muerte nos separe  [Completa ✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora