El gran día

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— ¿Cómo te sientes, cariño?

— Muy nerviosa y emocionada, son un millón emociones –esbocé una gran sonrisa.

— Te entiendo, mi niña, lo entiendo. Te ves hermosa, ¿Lo sabías? Obviamente más de lo que ya eres.

— Gracias, mamá ¿Y papá?

— Él se fué con Adam, él lo llamó diciéndole a tu padre que necesitaba ayuda porque estaba súper nervioso,  ansioso y un millón de emociones más –rió.

— Igual que yo.

— Igual que tú –acarició mi rostro.

— ¿Me dirás en dónde será la boda?

— Mmm, no. Lo sabrás muy pronto y por ti misma, pero, estoy segura de que cuando lo sepas, te encantará. Adam escogió uno de tus lugares favoritos.

— Ni por qué molestarme, son algunos lugares. Pero lo importante es que me voy a casar, no importa dónde, también sé que Adam tiene buenos gustos respecto a lugares, así que no me preocupo –mamá rió.

— Lo único que te puedo decir es que es uno de los cuatro lugares que mencionaste. No puedo decir más.

— Bueno, estoy ansiosa de saberlo –sonreí nuevamente.

— Se paciente, mi niña –me dió un beso en la cabeza.

Estaba muy nerviosa y ansiosa, no quería llegar aún pero a la vez si. No sabía cuánto faltaba ni a dónde íbamos, pero esto de estar en el auto por una hora es horrible. Sentía nudos en la garganta y una sensación extraña en mi estómago; como si mis tripas se atacarán entre ellas y me provocaban náuseas.

Me sentí un poco asustada, no sé por qué, pero supongo que es algo normal, tal vez es miedo de hacer alguna estupidez  y cagarla. Porque para eso soy buena.

Adam Smith

Yo no sabía que hacer, estaba nervioso; caminando de un lado a otro con el corazón en la mano. El gran día había llegado. Ansiaba con muchas fuerzas este día y ahora que ha llegado este momento estoy asustado.

— Adam, ya quédate quieto, me estás mareando ¡Dios! –exclamó Robert quién estaba sentado frente a mi.

— ¿Qué me calme? Robert, este es el mejor día de mi vida, ¿Pero que tal si se me cae el anillo cuando se lo vaya a poner en el dedo, o vomité por los nervios... O que diga puras estupideces por los nervios cuando me toque dar mis votos en frente de todos? ¿Qué pasa si yo...

—  Adam, –me interrumpió, puso sus manos en mis hombros y me miró a los ojos– nada de eso va a pasar, tranquilo. Solo estás nervioso, yo también me sentí así cuando me casé pero siempre traté de ser positivo. Tú también debes serlo, todo es mental así que solo ten en mente que todo estará bien y así será. Tranquilo, ahora siéntate, relájate y piensa positivo, ¿Ok? –suspiré y asentí.

— Ok, de acuerdo. Iré por un vaso de agua –caminé hacia la puerta pero él me detuvo.

— Yo te lo traigo, tú quédate ahí sentado –me dió unas palmadas en el hombro y luego se fué. Me senté en el sillón recostandome en el respaldo de este echando la cabeza para atrás.

Cerré los ojos solo unos segundos ya que después...

— ¡¿Cómo y dónde está mi mejor amigo?! –el loco de Axel entró gritando como tarado, provocando que pegara un brinco por el susto.

— ¡Mierda, Axel, voy a matarte!

— ¿Te asusté?

— Casi se me sale el corazón del susto –expresé agarrándome el pecho de manera exagerada.

Hasta que la muerte nos separe  [Completa ✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora