Hasta que la muerte nos separe [Completa ✔️]

Dime Como Odiarte

«—acepto la apuesta, no será tan difícil»

«—claro que no, Verónica está enamorada de ti, te será fácil acostarte con ella»

Recordé. No podía dejar de llorar y lo peor es que lo hacía en silencio ya que no quería que nadie me escuchara. Tenía el corazón hecho trizas y mis ojos parecían llave descompuesta, ya me dolía la cabeza pero no podía dejar de llorar.

Oí pasos del otro lado de la puerta, aproximándose a esta, me levanté y fui corriendo a mi cama y me acosté, dándole la espalda a la puerta. La puerta se abrió y se volvió a cerrar, pasos rápidos aproximándose a mi, se sentó a mi lado y colocó su mano en mi brazo y me volteó para que la mire.

— ¿Verónica? ¿Que te sucede? –preguntó Sophia. La miré con los ojos lagrimosos y ella frunció el ceño, su mirada era de preocupación. No respondí, me senté y la abracé soltando un llanto amargo, me abrazó con fuerza– Verónica... Dime que sucedió ¿por qué lloras?

Sollocé— A-Adam me, me mintió, estuvo jugando conmigo todo este tiempo –volví a llorar, Sophia me tomó de los hombros y me apartó de ella para luego mirarme–.

— ¡¿Que Adam qué?! –llevé mi de a la boca y le hice seña de que bajara la voz–.

— Sshh, por favor baja la voz, no quiero que lo sepan mis padres aún.

— ¿Que fue lo que te hizo?

— Me apostó...

— ¡Que imbécil!

Un fuerte ruido se oyó por mi ventana y ladeé la cabeza para mirar hacia ella y saber de que se trataba, era él, Adam entró por la ventana. Sophia fue hacia él y lo empujó no tan fuerte.

— ¡Como pudiste! ¡Te dije que no le hicieras daño!

— Por favor, deben escucharme...

— No, ella no quiere verte –su voz se quebró– pensé que habías cambiado... Vete de aquí Adam... ¡Largo! –¿A caso Sophia quería llorar? ¿Por qué? ¿Y por que le dijo eso a Adam?

Adam solo bajó la mirada y se marchó, Sophia tapó su rostro con las manos. ¿Estaba llorando? ¿Pero, por que? ¿Que sucede? ¿En que le afecta a ella?

— ¿Sophia estás bien? –pregunté–.

— No, tal vez si te hubiera contado te habría evitado este dolor.

— ¿Que? ¿A que te refieres? –Sophia limpió sus lágrimas y se puso frente a mi–.

— Esta no es la primera vez que Adam lo hace, no eres su primera víctima.

— No entiendo...

— ¿Recuerdas que les conté que perdí la virginidad a los 15? –asentí levemente– yo conozco a Adam desde los 15 y... –se quedó en silencio –.

— Fue él quien te apostó –dije en un balbuceo, casi sin poder creerlo. Ella asintió– ¡¿por qué no me lo dijiste?!

— En serio perdóname, te vi tan feliz con el que me convencí de que ya no era el mismo idiota de antes. Por eso no te lo quise decir, y... Hay algo más –confesó con un tono suave y frustrante–.

— ¿Ahora que...?

Suspiró. Ya no quería seguir escuchando más pero tenía que hacerlo, necesito saber.

— Es probable que Billy, sea hijo de Adam... –tragó fuerte–.

Sentí un gran dolor en el pecho, como si me estuvieran dando puñalada tras puñalada en el corazón, la miré estupefacta y luego me eché a llorar.