Mi Pequeña Jones

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— ¡¿Entonces, esa prostituta te golpeó?!

— Si, bueno, fueron sus perritas, ella estuvo ahí presente mirando como me golpeaban pero ella no me tocó ni un pelo –expliqué haciendo movimientos con las manos mientras hablaba.

— Le tiembla el culo, por eso no lo hizo ella –reí.

— Lo sé, pero ellas acabaron peor que yo.

— ¿Por qué? ¿Que les hiciste? Cuenta el chisme –se recostó en su muñeca para hacerlo más interesante.

— No fui yo, fue Adam quien se encargó de mandarlas al hospital, yo si las fui medio golpeando pero no fue gran cosa –Sophia abrió la boca formando una "o".

— Realmente ese chico te quiere –me miró con ternura.

— Lo sé, ya no me cabe duda –sonreí.

Adam y Axel entraron a la cafetería y al vernos se acercaron a nosotras, al llegar, Adam me dio un beso en la frente y se sentó a mi lado y luego Axel hizo lo mismo pero este se sentó a lado de Sophia.

— Hola chica que no conozco –musitó Axel en un tono coqueto.

— Hola –respondió Sophia, algo seria pero se le notaba un poco lo embobada, Axel sonrió.

— Hola, Verónica ¿como sigues?

— Estoy mejor, gracias por preguntar... ella es Sophia, Sophia él es Axel –mencioné.

— Un gusto, Axel –sonrió amable.

— El gusto es mio, linda –le guiñó el ojo. Ella sonrió.

Adam y yo nos miramos y luego a ellos tipo: «Wtf» ¿que coño acaba de pasar?. Adam dió un  carraspeo falso y colocó su brazo sobre mis hombros.

— ¿Necesita un vaso de agua señor, Smith? –soltó burlón.

— Vete a la mierda, hazme ese favor.

— Claro, dame tu dirección y al rato voy –Adam negó con la cabeza mientras soltaba una pequeña risa.

— Imbécil –respondió él.

Miré a Adam y no tengo ni puta idea de por qué me dio por mirarlo, notando un pequeño morado en su pómulo izquierdo y el labio inferior partido.

— ¿Que te pasó en el rostro? –pregunté después de un rato. Él se puso un poco serio y relamió sus labios.

— Amm, choqué con un poste –respondió algo nervioso.

— Y yo soy Angelina Jolie ¿por qué tienes el labio partido?

— Bien, no me creas, el moretón y el labio partido es porque choqué con un maldito poste –comenzó a molestarse.

— Adam, eso no fue por un poste, dime que pasó –exigí.

— ¡Joder! ¡¿por qué te importa tanto, Verónica?! ¡¿por qué desconfías tanto de mi?! –me levantó la voz, a lo cual tensé mi rostro un tanto molesta y también asustada.

— ¡Porque soy tú novia, Smith y no estoy desconfiando de ti solo me preocupo! No es para que te pongas así... –me crucé de brazos y miré la mesa.

Ambos nos quedamos en silencio, Axel y Sophia nos miraban un poco incómodos.

— Amm oye, Sophia ¿que te parece si vamos a hacer un recorrido por el instituto? –propuso con un tono de incomodidad, aunque intentó disimularlo.

— Siii, me parece buena idea –respondió Sophia con el mismo tono de voz, ambos se levantaron– nos vemos en clases, chicos –y se fueron.

Ninguno de los dos dijimos una sola palabra incluso el dejó de abrazarme, nada más se tronaba los dedos y miraba para otro lado.

Hasta que la muerte nos separe  [Completa ✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora