Hasta que la muerte nos separe [Completa ✔️]

Mi Amor Eterno

Fui a casa, me bañé y como de costumbre me acosté a leer: HP y la cámara secreta., por un buen tiempo hasta que me ardieron los ojos. Y eso que no leo en PDF. Me levanté y fui a la ventana.

— Oye cabeza de nido –le hablé al castaño quien pasaba por la ventana con una toalla envuelta en la cintura–.

— Qué sucede medio metro –dijo divertido, apoyando sus manos en el borde de la ventana–.

— Estoy aburrida.

— Des aburrete –le di una mirada asesina– estoy bromeando.

— Si claro, ¿quieres venir a ver: Barbie la princesa de la isla., conmigo? –supliqué, parpadeando como estupida–.

— ¿Que tipo de Karma estoy pagando contigo? –jadeó– me ducho y voy para allá.

Sonreí como niña, me alejé de la ventana y busqué la película que veríamos y afortunadamente estaba en YouTube junto con Barbie y el castillo de diamantes.

Si si, lo sé, tengo casi 19 años pero aún me gusta barbie; mi niña interior me lo pide. Después se un rato de espera finalmente Adam llegó entrando por la ventana.

— Hola medio metro.

— Hola cabeza de nido –sonrió rodando los ojos; como amo cuando hace esos gestos– ya encontré la película.

— Después de esa pones Tinkerbell y la bestia de nunca jamás.

Esperen... ¿qué? ¿También le gustan las caricaturas? ¿Y Tinkerbell? Wow, y se burlaba de mi por ver HP.

— ¿Tinkerbell?

— Si, y no te burles –entre cerró los, clavando su mirada en mi de forma amenazante–.

— Tranquilo viejo, no iba a decir nada...

— Bien, jamás se lo digas a nadie ¿ok? –asentí varias veces con rapidez–.

— Bueno ¿vamos a ver la película o no?

— Pues si.

— ¿Vemos primero Tinkerbell? –sonrió– tomaré eso como un si.

Me volteé hacia la TV y busqué Tinkerbell y la bestia de nunca jamás. Su sonrisa era como la de un niño al que le habían cumplido su capricho; estaba sumamente feliz, se lo veía tierno, repetía cada diálogo de la película. Creo que estuve más atenta a el que a la peli, se lo veía adorable.

— Mil años... Pero significa, qué no volveremos a verlo –repitió, sonreí–.

— Qué pena, debería haber una segunda parte donde lo van a visitar –musitó. De verdad parece un niño ahora.

— Si, pero lamentablemente no la hay, hasta donde se no.

— A veces quisiera ser el y dormir por unos diez días, más que sea.

–reí levemente– ¿Diez días? No pidas mucho eh

– Diez días es hasta muy poco –arrugó la nariz–.

— ¿Entonces cuanto más pide el niño?

—... Con cuatro meses está bien –hace una curva hacia abajo con los labios–.

— Te pasas.

— Ok ok solo bromeo, mira ya acabó ahora pon tu película.

—Nop, veamos otra qué te guste –sugerí–.

— ¿Segura?

— Totalmente –volvió a sonreír como niño chiquito, asintió–.

— Pon... Tinkerbell hadas piratas.