Al día siguiente del juego entre Sae y Leonardo.
El entrenamiento había terminado con un equipo completamente pues dentro de poco empezaría la liga y necesitaban ya trabajar como equipo, cosa que parecían estar logrando.
Sae había estado más serio de lo normal durante todo el entrenamiento pues aunque siempre mostraba una cara sería podías notar su cansancio o aveces la alegría que le hacia ver qué los demás no podían terminar los ejercicios.
Pero no, hoy tenía una expresión completamente inexpresiva sus ojos estaban medio cerrados y parecían no tener brillo, cuando hablaba era una voz tranquila e incluso hoy había seguido todas las órdenes que le habían dicho sin quejarse de ninguna, cosa que era lo más extraño pues cuando no le gustaba lo que le decía el entrenador reclamaba o cuando un compañero decía que el ejercicio era demasiado complicado Sae reía y se burlaba de él, pero ahora parecía un robot.
Tu notaste eso rápidamente y te pusiste triste puesto que no esperabas que lo de ayer de verdad lo afectará tanto al punto de cambiar su personalidad, así en cuanto el entrenador dijo que ya habían acabado fuiste con Sae pero no pudiste hablarle porque entro a los vestidores. Lo ibas a esperar con calma afuera de estos hasta que de repente escuchaste como muchas voces comenzaban a reírse y a gritar, eso venía de los vestidores de hombres, así que te acercaste a la puerta para escuchar.
-Niño prodigio ¿Que te pasa porque tan obediente?- Dijo una voz masculina.
-Tal vez sea porque el príncipe Leonardo ayer lo puso en su lugar por retarlo- Contesto otro.
-Ja... Que tonto eres prodigio desafiar a nuestro príncipe por su lugar, era obvio que ibas a perder-
-Perder de forma tan humillante jajaja me alegra que eso pasara, te lo mereces por tu actitud de creerte superior a nosotros-
-No eres tan especial, eres un obstáculo sencillo en mi vida ahora ya no le estorbes - Dijo una voz muy familiar que fue la de Leonardo.
Escuchaste todo lo que le decían a Sae y querías entrar a golpear a todos los desgraciados que se estaban burlando de él pero sobretodo querías golpear a Luna que les había contado de la derrota aplastante que le había dado a Sae, sin duda era un maldito.
Te alejaste d ella puerta pues no querías seguir escuchando como se burlaban de aquel chico que a tus ojos era un sol.
Segundos después de alejarte, viste salir a tu hermano que en cuanto te vio sonrió con orgullo y se fue, era claro que también se estaba burlando de ti.
-Imbecil....- Dijiste por lo bajo.
Minutos después salieron muchos más chicos pero Sae no estaba entre ellos, lo cual era extraño pues generalmente salía en menos de 15 minutos de baño.
No era correcto pero como estabas preocupada entraste al baño de hombres, resando para que Sae fuera el único en este lugar.
Al entrar para tu suerte parecía ya no haber nadie, recorriste el lugar un poco más y escuchaste un quejido así que te dirigiste hacia él.
Cuando viste que era viste que era Sae que estaba golpeando con su puño en un casillero.
-¿Que estás haciendo?- Dijiste al verlo.
-¿Eh?- Al verte Sae te miro con molestia -¿Que haces en el vestuario de hombres?-
-Nada, es que no salías y me preocupo que te hubiera pasado algo-
-Estoy bien ahora lárgate por favor, no te quiero ver aquí-
Al escuchar eso te quedaste mirándolo Sae no solía ser grosero al menos no contigo.
-No pareces estar bien... - Dijiste acercandote a él para ver su puño.
-¿No escuchas? Te dije que te fueras, por favor vete- Dijo un poco menos molesto.
-No me iré-
Tras decir eso tomaste su mano a pesar de que el se quejo y viste que tenía los nudillos morados, parecía que llevaba ya un gran tiempo golpeando aquel casillero.
-Te voy a poner una venda, siéntate-
Siempre solías llevar un venda en tu bolso por si pasaba una emergencia.-No quiero, sueltame- Decía fastidiado.
-No te estaba preguntando, siéntate ahora-
Lo obligaste a sentarse en la banca que había en ese lugar y sacaste la venda de tu bolso para comenzar a ponérsela, el miraba tus acciones con una expresión vacía.
-Termine- Dijiste orgullosa de como te quedo.
Sae no te dijo nada solo siguio sentado con la mirada hacia el piso, así que te sentaste a un lado de él y pusiste una mano al rededor de su hombro cosa que lo hizo mirarte feo pero no dijo nada sobre que la quitarás.
-¿Que paso? ¿Porque estás tan diferente hoy a como estás otros días?-Preguntaste esperando que te contestara.
El no respondió solo se recargo de ti así que le insististe un poco más.
-Sae tu no eres así ¿Que tienes? Puedes contarme todo soy tu amiga-
Nuevamente no te respondio así que decidiste no insistir más y lo abrazaste un poco más fuerte.
-Todos me odian....- Dijo por lo bajo
Que dijera eso te sorprendió pues no esperabas que alguien con su actitud le importará que la gente lo odiara.
-Eso es mentira, yo sí te quiero- Dijiste tratando de animarlo.
Sae te miro y viste su expresión triste, entendiste que de verdad se sentía muy mal y no podías hacer nada así que solo lo consolaste y lo llevaste a su departamento.
En su departamento ya cuando estaba solo, Sae comenzó a entender que el mundo era muy cruel y que si seguía siendo tan blanco sería lastimado una y otra vez, así que desde ahora no le mostraría a nadie más que le podían lastimar, ahora se alejaría para no ser lastimado.
Mientras pensaba todo esto vino a su mente el rostro de su pequeño hermanito Rin.
-Rin.... No quiero que me veas llorar nunca.... seré el mejor del mundo.... Aunque sea como mediocampista... tu serás el mejor delantero y yo el mejor mediocampista.
Mientras Sae decía esto soltó unas lágrimas, las últimas que soltaría en su vida.
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Kiara <3.
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Mi Sueño / Sae Itoshi x Rayita / Blue lock
FanficSae Itoshi un joven prodigio en el fútbol que se muda a España para cumplir su sueño de convertirse en el mejor delantero del mundo pero... pronto se dará cuenta de lo cruel que puede ser el mundo. Aviso Importante de la Historia para que no haya co...