Mi Sueño / Sae Itoshi x Rayita / Blue lock

Dia De Tormenta

Tu vida pasaba con normalidad eras buena en tu trabajo y te pagaban bien para ser tu primer trabajo, en la escuela ya había terminado tu años escolar así que tenías tiempo libre pues habías obtenido calificaciones muy buenas.

Sae y Meguru comenzaban a llevarse mejor desde tu perspectiva ya que ahora no parecían odiarse tanto cuando los tenías en una misma habitación, pero realmente se seguían llevando igual de mal solo que cuando no los veías.

Sae ya estaba nuevamente jugando y entrenando con su equipo casi todos los días, sus vacaciones habían terminado y aunque querías estar con él viéndolo entrenar no podías ya que el te lo había prohibido puesto que Luna seguía jugando en el Real Madrid y no quería que te acercaras para nada al chico rubio así que pasabas tu tiempo en el departamento del chico sin hacer mucho, en el trabajo cubriendo aveces doble turno y con Meguru que tampoco tenía nada que hacer, incluso aveces iba a molestarte cuando estabas en el trabajo.

Hoy estabas cubriendo el turno de una compañera que se había lesionado, era de mañana y la cafetería no estaba muy llena así que estabas tranquila.

Estabas platicando con el Batista del lugar cuando escuchaste la campana de la entrada, lo que significaba que era hora de trabajar cuando volteaste para ver a los clientes te quedaste congelada un momento en tu lugar.

Los clientes que acababan de entrar eran Leonardo Luna y una chica que estaba prácticamente colgada de su brazo, parecían estar en una cita antes de que el chico rubio te viera la cara te volteaste para hablarle al barista.

-¿De pura casualidad hay alguien que pueda atender a esos que acaban de entrar?- Preguntaste con nervios.

-No, lo siento _____ por el momento eres la única mesera trabajando-

Ya sabías la respuesta pero aún así dejaste caer tu cara sobre la barra y suspiraste. Es decir llevabas cerca de un mes y medio alejada de Luna e incluso no podías ir a ver a tu mejor amigo entrenar porque no querías topartelo y ahora aparecia en tu lugar de trabajo, sin duda dios te odiaba.

Con todo el pesar del mundo fuiste hasta la mesa en la que se había sentado aquella pareja y cambiaste la expresión seria que traías durante el camino a su mesa por una sonrisa alegre y comenzaste a atenderlos.

-Buenos días! ¿Que podemos ofrecerles?- Dijiste con la voz mas amable que pudiste.

La pareja estaba tan inmersa en su conversación que no te vieron llegar y en cuanto el chico posó sus ojos en ti, su cara tan amable que tenía con la chica paso a una sería en cambio la chica se alegro de que los atendieran tan rápido.

-Leo... ¿Podrías pedir mientras yo voy al baño un momento?- Dijo aquella chica con dulce voz.

-No- dijo con una voz tan fría que la chica se sorprendió y se molestó

-¿Que dijiste?-

-Vamonos de este lugar, no me gusta- Dijo dándote una mirada de reojo.

-Otra vez Leonardo? Tampoco quisiste comer en mi otro lugar favorito- Dijo molesta la chica.

-Es que los lugares que eliges son...-

-Callate voy a pedir ahora-

La chica te miro y con una dulce voz pidio una crepa y una malteada y después de un suspiro molesto Luna te pido algo y te fuiste de aquella mesa rápidamente para darle la orden al barista.

Pasaron unos minutos y la orden estaba lista así que la llevaste a la mesa percantandote de que la chica no estaba y solo estaba Luna en el mesa observando fijamente todos tus movimientos con una mirada molesta, lo ignoraste y dejaste con cuidado todo en la mesa.