Capítulo 6 (2da parte)

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Capítulo 6

Maia

"Desearía ser la clase de persona que le gusta a Florencia" ese fue mi pedido a la estrella fugaz. Lo que jamás imaginaria es que mi deseo se cumpliría, y mucho menos que lo que añoraba Florencia era otra mujer.

Ella lloraba sin consuelo dándome la espalda, yo estaba atónito. No sabía cómo reaccionar, no sabía que decir. Por un lado, lo que había sucedido lo añoraba desde hacía tiempo, pero, por otro lado, no lo deseaba en la forma en la que me encontraba.

–Yo... yo lo siento, por favor perdóname –suplicó Florencia y se echó a correr.

Debería haberla detenido, debí haber dicho algo o al menos seguirla, pero no pude, no lo hice.

No sé cuánto tardé en emprender el regreso, tal vez fue inmediatamente o tal vez fue una hora después. En ese momento mi mente había perdido la noción del tiempo, lo único que sé es que ya estaba anocheciendo cuando arribé a mi casa.

No quería hablar con nadie, no sé si estaba contentó o molesto. Era como si todas las emociones se presentaran al mismo tiempo, y se amontonaran en mí.

Con todo eso a cuesta, vi mi reflejo en el espejo y volví a odiarme. Me quité la ropa hasta quedar desnudo, y me observé de nuevo. Con lágrimas en los ojos comencé a tirarme del cabello.

–¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué en este cuerpo sí me quiere?! ¡¡¡¿Por qué?!!!

Sin fuerzas caí al suelo, llorando.

* * *

Los rayos de luz del sol se colaban entre las rendijas de las persianas de mi habitación, y me despertaron. Lo primero que observé fueron dos montículos sobre mi pecho que ya conocía bien. Mi vejiga comenzó a presionar para ser evacuada, y me obligó a cruzar las piernas, la única forma de resistirme cuando tenía ganas de orinar.

Casi sin fuerzas, me levanté y cubrí mi cuerpo con una remera larga de mi antiguo "yo" y me dirigí al baño. Cuando regresé a la habitación, contemplé el uniforme escolar reposando sobre una silla. Como si fuera un autómata sin voluntad, me vestí, aunque no deseaba estar envuelto en esas prendas.

En la calle, un fuerte viento me hizo tiritar de frío.

–Olvidé las medias cancán –exclamé con melancolía –, como me sugirió Florencia.

Seguí adelante.

–Florencia –repetí recordando su rostro al besarme.

* * *

Ese día no fue a la escuela, lo cual no me sorprendió. Yo mismo había pensado en hacerlo, pero el hecho de que fuera una alumna "nueva" para las autoridades no era recomendable faltar.

En cierta forma la entendía, cuando me rechazó tampoco tenía ganas de nada ¿Pero lo que yo había hecho era un rechazo? No estaba seguro, no había reaccionado mal, pero tampoco bien. Simplemente no había reaccionado, aunque por lo general eso se toma como algo negativo.

Intenté poner en orden mis ideas, pero me costaba. El hecho de que Florencia aquel día no haya concurrido a clases me tranquilizaba, me quitaba de encima un peso que cargaba.

Todos esos pensamientos iban y venían en mente. Así fue durante toda la mañana y aun cuando salí de la escuela seguían dándome vuelta. Tan perdido estaba que ni siquiera me di cuenta de la presencia de una persona que se me acercaba por detrás, aunque si me di cuenta de cuando con una manos tomó por completo mi nalga derecha. Sobresaltado me di vuelta para ver al imbécil.

–No me niegues que te ha gustado –sonrió Mario con cinismo.

–¡¿Acaso sos retrasado, nene?!

–¿Entonces no te gustó? –seguía con la misma actitud arrogante.

–¡Definitivamente sos tarado!

–Nos vemos mañana, muñeca –se marchó.

–¡¡¡Huyyy imbécil!!! –estaba rojo de furia.

–Si yo fuera vos, utilizaría es don que se te dio para vengarme de ese vago –dijo alguien a mi espalda.

–¿Éste te parece un don? –le respondí a Dardo molesto y abriendo mis brazos como si intentara volar.

–Las cosas pasan por algo. Solo debes encontrar la razón. Llamalo don, llámalo cruz o como quieras, el caso es que lo tenes y deberías usarlo.

–¿A qué te referís?

–Es obvio que ese orangutan está muerto por vos, pdorías aprovechar eso para vengarte, de los de recién y de cosas del pasado. Igual es solo una idea.

Sin mediar una palabra más o sin darme la posibilidad de responderle se marchó.

–Qué pibe más raro –me rasqué la cabeza y seguí viendo en la dirección en que se fue –. Pero no tiene malas ideas.

Aun así, mi cabeza estaba muy confundida como para agregarle un problema más. Aunque muy dentro de mí las palabras de Dardo seguían fluyendo, tanto que por unos instantes olvidé a Florencia y me dediqué a imaginar lo divertido y satisfactorio que sería darle a Mario su merecido.

Con todo a cuestas emprendí mi camino a casa.

* * *

Mi gran duda existencial era que debía hacer, tenía la posibilidad de estar con Florencia la única chica que me había gustado, pero no quería que fuese en esta forma o mejor dicho en este cuerpo. Estar con ella significaba renunciar a volver a la normalidad, volver a la normalidad significaba renunciar a ella.

Me contemplé como otras ciento de veces en el espejo de mi habitación, me miré con detenimiento cada parte de mi cuerpo.

–¿Sería... tan malo quedarme así? –me pregunté a mí mismo.

La idea no me agradaba, pero lo cierto es que después de cierto tiempo en aquel cuerpo comenzaba a tomarme con más naturalidad las cosas que antes me incomodaban.

En esos momentos de gran duda siempre buscaba un concejo de Wendy, de alguna forma siempre lograba decir exactamente lo que necesitaba, pero en aquellos momentos esa ya no era una opción.

Caminé a un lado y a otro de la habitación, miré mi celular encima de la cama, y tras mucho dudarlo, lo tomé y le escribí a Wendy un whatsapp.

–"¿Estas despierta?" –tecleé.

Esperé casi media hora, pero nunca hubo una respuesta. Apagué todo e intenté dormir sabiendo que no sería nada fácil. Mi vida se había empeñado en ser un poco más difícil cada día.

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Un nuevo capítulo, el pobre Nadir/Maia está cada día más perdido/a. Como siempre agradezco a los que siguen esta historia y comentan capítulo a capítulo.

Como habrán notado estoy colocando imágenes al inicio de cada capítulo, estas fueron generadas con un programa de inteligencia artificial. No son exactamente como los imaginé a los personajes, pero se acercan bastante. También coloqué en las primeros capítulo de la primera parte.

Saludos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Maia miaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora