Capítulo 18 (3ra parte)

137 10 3
                                    


Capítulo 18

Maia

Que fueran mis amigas quienes me vieran con la bikini era una cosa, pero que me viera un mundo de gente desconocida era otro. Al llegar fuimos directamente a las aguas termales que estaban dentro de un salón techado. Lo primero que inspeccioné fue la gente presente. Había de todo: hombres y mujeres de todas las edades, y de variados cuerpos.

Mis amigos se despojaron rápidamente de la ropa, para quedar solo con sus mallas, pero yo era más reacia y aún seguía con la campera puesta.

-Amor sacate la campera de una vez -exclamó mi novia.

-No me siento muy segura, hay mucha gente.

-¿No te sentís segura? Con el cuerpazo que tenés.

-Bueno no viene por el lado del cuerpo, sino porque no me gusta que me miren desconocidos.

-Ja, ja. No pasa nada. Cada uno esta prestando atención a lo suyo.

-Ok -respondí con ciertas dudas.

Finalmente obedecí y me quité la ropa quedando solo con la bikini. Es cierto que no era muy distinta a la que tenían Wendy, Florencia o cualquier otra chica que estuviera allí. Pero en el voluptuoso cuerpo que me dio el cometa resaltaba más. Miré de reojo hacia distintos lugares y me encontré con ojos curiosos posados sobre mi trasero o mis pechos.

-Ya vamos al agua de una vez -exclamé aferrándome al brazo de mi novia como si eso fuese suficiente para tapar mi cuerpo.

-Ja, ja, ya vamos.

-No te desesperes tanto, Maia -exclamó Wendy en tono juguetón y pasando a mi lado.

Vi su cuerpo entrando al agua. Supongo que mi cerebro de hombre no se resistió e inconscientemente llevé mis ojos al trasero de mi amiga. No sabía que tenía uno tan parado y redondo, como el de una modelo.

Enseguida recordé a Florencia a mi lado, disimuladamente la miré. No tenía dudas de que había visto mi acción. Pero no dijo nada, quizás para no arruinar el momento o quizás porque no deseaba hacer una escena de celos frente a otros. Como sea, intenté fingir y seguí mi camino al agua.

Ya dentro, las miradas que sentía sobre mi cuerpo cesaron, semioculta por el agua me sentí más segura. El agua tibia tranquilizó mis nervios y músculos. Cerré los ojos y por primera vez desde que llegamos, me permití relajarme.

Luego de un rato volví a abrir los ojos, para encontrarme con la mirada de mi amigo sobre mis pechos.

-Deja de mirarme así, pajero -dije cubriéndome el pecho con los brazos.

-Perdón. No lo hago apropósito. Pero ¿no pudiste comprar una no tan escotada?

-No fui yo quien la compró. Fue Wendy con ayuda de Florencia. Hablando de ellas ¿dónde están? -Miré a un lado y a otro.

-Allá, fueron a ver la cascada artificial.

Miré donde me indicaba. Vi una cascada y a un lado a las dos personas que eran dueñas de mi corazón. Mirándolas a la distancia, me di cuenta que ambas me gustaban por igual. Aunque estuviera con Florencia no podía serle fiel mentalmente, el cuerpo de Wendy me había sorprendido, y funcionaba como un imán para mis ojos. Aunque claro, mi novia no tenía nada que envidiarle. Pero más allá de lo físico, ambas tenían personalidades distintas que me eran agradables, Florencia era dulce, atenta y femenina. Y Wendy era más masculina, pero también muy segura de sí misma, y eso lo hacía atractiva.

"Vine aquí, en busca de una respuesta, pero no logro conseguirla" me dije a mí misma.

...............................................................................

A nada, a casi nada del final del tercer arco, pero todavía hay sorpresas esperando.

Maia miaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora