Maia mia

Capítulo 15 (3ra parte)

Capítulo 15

Maia

Decir que el destino se burlaba de mi es una visión poco realista. Más apropiado sería decir que el destino se había obstinado en cachetearme continuamente y reírse. De la noche a la mañana me había transformado en mujer contra mi voluntad. Tuve que recorrer un largo camino para aceptar mi nueva realidad, y todo lo que eso conllevaba. Cuando las cosas finalmente comenzaban a acomodarse y yo empezaba a aceptar mi destino, mi mejor amiga me besó y me desestabilizó emocionalmente. Sin lograr tomar una decisión de a quien amo realmente, Florencia me reveló su gran trauma de la vida, y me doy cuenta que me transformé en su sostén y lo único positivo que tenía. Desde luego esta nueva situación me condicionaba mucho a la hora de poder tomar una decisión. Por más que lo intentaba no lograba sacarme de la cabeza las palabras de Florencia y las horribles situaciones por las que tuvo que atravesar. Por otro lado, también pensaba en Wendy, ella estaba esperando una respuesta de mí ¿Cómo iba a explicarle que no podía abandonar a Florencia sin contarle su secreto?

"Hace varios meses atrás todo era más sencillo" pensé.

Pero sin que lo supiera las cosas iban a complicarse más o al menos se tornarían confusas.

A las 16 en punto, Ulises tocó el timbre de mi casa. Cargaba una energía muy alta, y eso solo podía significar una cosa: tenía un plan y se moría de ganas de contármelo.

-¿Sabes que pasa en cuatro días? -me preguntó luego de tomar asiento.

-No -respondí confundida.

-Vos y yo nos vamos de viaje, como hacíamos antes. Es finde semana largo y ya tengo el destino justo.

-Uli, agradezco tu invitación, pero no es el mejor momento. Tengo muchas cosas en la cabeza.

-Entonces que mejor que un viaje para aclararte las ideas.

-No estoy segura.

-Créeme, vas a ver que cuando regreses vas a tener todo más claro ¿Recordás los viajes que hicimos juntos anteriormente? Siempre te sirvieron por ordenar esa cabecita loca. Lo único que cambió hora es que tenés más cabello.

Tardé unos segundos en responder, me moría de ganas de olvidarme de todo por un rato y disfrutar un viaje junto a mi mejor amigo.

-Esta bien -dije al fin con entusiasmo-. Hagámoslos de todas maneras no creo que encuentre una respuesta encerrada entre cuatro paredes.

-¡Genial!

-Pero espera ¿Qué le digo a Florencia?

-Que te vas de viaje conmigo.

-Sí claro, lo va tomar re bien.

-Ah, sí claro, el detalle de que ahora sos mujer. Bueno si te hace sentir mejor decile que venga.

-No estoy muy seguro, pero ahí no justificaría que vos estes en el medio.

-Bueno yo puedo decirle a Wendy.

-¿No te das cuenta que justamente de ellas quiero distanciarme?

-Sí, lo sé. Pero es eso o no tenemos viaje.

-No sé qué hacer.

-Hagámoslo, por más que ellas estén, el aire puro te va a sentar muy bien.

-De acuerdo. Yo hablo con Florencia y vos con Wendy.

-Hecho.

En ese momento pensé un viaje con mis mejores amigos ¿qué puede salir mal? Ni me lo imaginaba.