Capítulo 9 (2da parte)

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Capítulo 9

Maia

Mis días iban de mal en peor. El tema de que había dormido una noche como hombre y despertado una mañana como mujer había pasado a un segundo plano. Ahora tenía nuevos y peores problemas: mi mejor amiga me desconocía, la chica que amaba solo se fijó en mí después de mi transformación. Eran demasiados quilombos para tan poco tiempo.

Como hacía habitualmente cuando sentía que la cabeza me iba a explotar, salí a caminar para tranquilizar mis nervios.

Decidí primero cambiarme la ropa, me bajé el cierre de la pollera y la dejé caer al suelo, y luego seguí con la camisa, quedando solo en ropa interior. Comencé a rebuscar en el armario para decidir que ponerme.

–Nad ¿cómo va? –exclamó Ulises ingresando a mi habitación –¡¡¡Wuau!!! –exclamó con los ojos desorbitados al verme en bombacha y corpiño.

–¡¿Pero ¡¿qué estás haciendo?! –le recriminé al tiempo que me tapaba como podía con mis manos y con la cara roja de vergüenza – ¿No golpeas antes de entrar?

–Es que jamás te molestó eso.

–Pero ahora es distinto.

–Ya lo creo –respondió sin quitarme de encima la mirada.

–Eh ¿te vas a quedar ahí mirando o vas a salir y esperar que me vista? –dije con sarcasmo.

–Ah. Sí, claro –se dirigió hacia la puerta –. Por cierto, ese conjunto te queda de maravilla –Salió.

–Idiota.

* * *

Caminaba junto a Ulises y le contaba cual era mi dilema. Sin embargo, desde su posición, mucho más alto, parecía estar más interesado en el escote de mi remera.

–¿Encontraste algo interesante por allí? –pregunté molesto.

–Lo siento Nad, pero tampoco podés culparme. Vos sos hombre, reconoce que son terriblemente grandes.

–Bueno si, lo sé. Pero es incomodó sentir tus ojos siempre ahí.

–Ok, ok, voy a tratar de controlarme.

–Y concentrarte en lo que te estoy contando.

–De acuerdo.

–¿Cómo puede ser que no pueda estar bien con Florencia y Wendy al mismo tiempo? –pregunté retomando el tema inicial.

–El mundo funciona con equilibrios, cuando estás bien con una tenés que estar mal con la otra, eso es equilibrio.

–Sí, bien. Pero necesito un consejo que no sea una estupidez.

–No lo es. Pero querés otra cosa, es simple Wendy esta celosa de tu acercamiento a Florencia.

–Eso es ridículo, que esté más con Florencia no quiere decir que a Wendy no la quiera más como amiga.

–Ese es el tema, que vos a Wendy la querés como amiga, y ella no quiere eso.

–¿Ulises de que hablas? –exclamé serio y deteniéndome.

Vi los labios de mi amigo moverse con toda la intención de responderme, pero nunca escuché la respuesta ya que un sujeto dobló la cuadra corriendo a toda velocidad y me llevó puesto, terminando ambos en el piso.

–Idiota –insulté dolorido y con los ojos cerrados.

–Lo siento, lo siento de verdad –me respondió.

Abrí los ojos, el chico que tendría unos cuantos años más que yo estaba arriba mío y sin darse cuenta tenía una mano apoyada en mi pecho.

–Lo siento mucho –repitió.

–Aceptaría más tus disculpas si te quitaras de encima de mí y dejaras de tocarme las tetas –espeté molesto.

–¡Waaaa! –gritó al ver donde se encontraba la mano.

Se incorporó de un salto y me ayudó a pararme.

–De verdad lo lamento mucho –volvió a disculparse.

–Sí, sí, ya te había oído la primera vez –exclamé molesto y sacudiéndome el polvo.

–Aunque de lo malo siempre surge algo bueno –me tomó una mano –. Jamás en la vida había visto una chica más hermosa y perfecta que vos.

Lo miré con los ojos desorbitados y la cara roja, pero después de unos segundos en silencio estallé en una fuerte carcajada. y Ulises actuó igual.

–Si ese es tu mejor chamullo para levantar, vas muerto, y en especial conmigo –exclamé alejándome.

–¿Al menos puedo saber tu nombre?

–Nad... Maia –lo miré por encima del hombro.

–Maia, hermoso nombre.

–Si –exclamé confundido –... ya me voy.

–Nos volveremos a ver.

–¿Por qué no? Soñar es gratis. Adioooooos.

* * *

–Que sujeto más raro –exclamó Ulises una vez que nos habíamos alejado.

–Sí. Pero no importa, no creo volver a verlo.

En aquel momento, por alguna razón, yo mismo no creía en mis palabras.

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¿Quién será el nuevo admirador de Maia? ¿Vendrá a complicar su vida o a solucionarla? ¿Qué sucederá entre Maia, Florencia y Wendy? En breve, capítulos reveladores y nos acercamos al final de la segunda parte.

Maia miaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora