Izana Kurokawa

5.5K 314 17
                                    

Acostada en la cama, Izana tocaba mi muslo, estábamos mirando una peli.

Era novia de Izana desde hace 3 años, me declare después de san Valentín, no sé si me acepto porque no consiguió pareja para esa fecha o solo porque sí.

Pero de algo estoy segura.

El idiota si me amaba.

Después de un tiempo fui agarrando su misma personalidad, Izana siempre quería mandar en ciertas cosas, me enojaba, pero a veces le concedía el deseo, agarré su mismo orgullo, su forma de hablar, incluso sus malos habitos de hacer sentir menos a personas que no nos agradaban.

Lose, está mal, pero paso mucho tiempo con el.

Incluso el mal humor, si antes lo tenía ahora era más, aunque Izana se pueda ver una persona fría, es todo lo contrario, después de meses saliendo supe que era un empalagoso.

Me miro por unos segundos, aparte la mirada cuando el sonido de la tele llamo mi atención, su mano fue subiendo poco a poco, me hice la desentendida.

Hace poco habíamos hablado, siempre quise dominar en el sexo, ya que el dominaba en todo.

Pero se negó.

Su mano subió un poco más- No me toques.

- ¿Sigues enojada?, ¿debería darte una buena sección de sexo?

-Solo si yo soy la que está arriba y te amarra.

-Ni lo sueñes, me gusta cuando esas sogas aprietan tu piel- me levante de la cama, Izana suspiro rendido, se recostó agarrando la almohada mientras yo iba al baño a lavarme la cara y cepillar mi cabello. - ¿Porque quieres?

-Me gustaría hacerlo.

-A mí no, dañaría mi ego.

- ¿Por qué?, tu meterás tu poste en mí, comienzo a gemir cuando apenas ingreso la punta.

-Si, lo tengo grande, pero necesito tener el control.

-Bueno- me acerque a la cama- si no quieres darme el control una vez, no hay sexo.

Él se hecho a reír- Oh mierda... ¿crees que soportarías?, estarías encima de mi mañana.


-Maldición ya para con tu estúpido juego- Izana estaba en el sofá, había pasado un mes, Izana y yo éramos muy activos al momento del sexo, de mañana, tarde, noche, incluso cuando solo teníamos ganas.

-No soportaste tú, Iza- El golpeo el sofá con el cojín.

- ¡MIERDA! - Agacho la cabeza- ¿Sabes?, da igual, puedo hacerme una paja, ¡INCLUSO FOLLARIA CON UNA ALMOHADA, PERO NUNCA DEJARE QUE ESTES ARRIBA!

-Tú te lo pierdes- Izana fue al baño, escuche sus suspiros para luego abrir la puerta, me miro, trago saliva.

-Solo tus manos.

-Ni siquiera mis pestañas.

-Siento que el pene me va a explotar, no me puedo correr sin ti- sonreí mientras negaba, comenzó a frotarse contra mi muslo desnudo, me tense cuando su punta toco mi entrepierna- Por favor.

-No- El llevo su boca a la mía.

-Hazlo- susurro.

- ¿Que?

- ¡Mierda, hazlo..!, no me hagas repetirlo.

El saco su ropa, fui hacia el cajón en donde estaban las sogas, no quería usar vendas, solo sogas, no sabía cómo usar todo, iría poco a poco.

Se dejo amarrar, yo lo mire feliz pero el parecía humillado.

-Lo vas a disfrutar.

Me saque la ropa, mis pechos fueron a su rostro para luego llevar mi mano a su entrepierna, no sabía que hacer muy bien, pero se me ocurrió la idea de darle una mamada sin que se corriera.

Me arrodille frente a él, Izana se movió un poco, comenzó a pasar mi lengua para luego introducirlo, sus gemidos me daban la señal de seguir haciéndolo así.

Mis dedos tocaban su tronco y a veces mis manos sus abdominales o bolas.

-Dios...-gimió echando su cabeza hacia atrás, sentí su miembro palpitar en mi lengua, lo metí profundo- sigue así..- antes de que pudiera decir algo más salí de golpe haciendo que el gruñera. - Sigue haciéndolo.

-Hoy yo domino.

-Sabía que harías algo así- me senté encima de su miembro, comencé a dar círculos en su punta, Izana apretaba sus manos, me encantaba esto.

Entre la punta, el gimio al sentir lo apretada que estaba, lo mantuve hasta la mitad apoyándome de mis piernas para luego subir y bajar.

Levanto sus caderas entrándolo todo, temblé y me apoye de su pecho para seguir moviéndome a mi antojo, no iba rápido, mis piernas se cansaban, le di la espalda para que vea mi trasero rebotar.

-Mas rápido- gimió, seguí en mi ritmo- Mierda __ más rápido- giré mi cabeza y le sonreí.

-No, me siento bien así.

Escuche el ruido de algo sonar, me asuste cuando el ato mis manos en mi espalda- Amor, tu nudo era tan facil de soltar.

-Aun no termino.

-Lose- beso mi cabeza- Por eso te ayudare- Me empujo, elevo mi trasero lo más que pudo, acomodo bien su miembro y empezó a embestir con fuerza, su mano estaba en mi cabeza presionándola contra el colchón, ya habíamos recibido muchas quejas, Izana se hartaba con facilidad.

Sus golpes dejaban mi piel roja, me tiro una almohada para luego dejarme de lado, levanto una pierna y presiona la otra contra la cama para seguir embistiendo, enterré la cara en la almohada, sus ojos estaban en mí, jalo mi cabello para luego besarme y pone una de sus manos en mi boca.

-Como amo tu apretado coño- gemí cuando golpeo mi muslo, agarro mi mandíbula con fuerza, sus dedos índice y pulgar apretaron mis mejillas, sus besos fueron más bruscos al igual que sus embestidas- pero amo más tenerte de esta manera, tan jodida y solo por mí.

Llevo su boca a mi clavícula, mordiendo y succionando, aprete su mano que estaba en mi mandíbula, la aruñe y el gruño, pero siguió con sus toscas embestidas mientras desataba mis manos.

-Córrete al mismo tiempo que yo- no sabía si iba aguantar, pero lo hice cuando sentí su miembro palpitar así que solo me libere, izana beso nuevamente mis labios para luego acomodarme, llevo mis piernas a sus caderas para que lo abrazara, mis manos a su cuello y luego se sentó aun teniendo su miembro dentro.

Respiré de manera pesada agarrando demasiado aire para luego soltarlo- Pensé que ibas a romper la cama.

-Tengo suficiente dinero como para comprar otras- vi su mano sangrar así que la agarre para luego lamer su sangre, agarro nuevamente mi mandíbula para besarme. - Te amo, pero no volverás hacer eso.

- ¿Tan mala soy?

-Me vuelves loco, eso es todo.

Sonreí- Uhmm..quien diría eso -abofeteo despacio mi rostro- También me vuelves loca, Iza.

-Dime algo que no sepa.


One shot- Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora