"- Las temperaturas están bajas, asegúrense de salir bien abrigados para no morir congelados en las calles. Ya se han encontrado más de 5 personas de hielos en varios puntos de la ciudad Jajaja ¿no es gracioso Peter?
-¡Si!, esperemos que no ocurra mas, en otras noticias, se han reportado varios asesinatos en el sur de nuestra ciudad, ¿tal vez los muñecos de nieve estan cobrando vida?, esperemos que no suceda, segun victimas que han sobrevivido lo describen como alguien alto de piel blanca y cabello rubio sin embargo el dia de hoy mas de millones de personas son asi.
-Los mantendremos al tanto, que tengan buena noche y feliz año nuevo a todos."
La radio se apagó, soltaste el aire que retenían tus pulmones mientras salías de tu auto, observabas las grandes montañas de nieve en el vecindario y los muñecos de nieve que los niños hacían.
-Tonterías- te burlaste, entraste a tu casa, cerraste las ventanas y la puerta mientras encendías la calefacción, quitaste tus prendas mientras te ubicabas un calentador un poco más suelto junto a un abrigo que te doblaba el tamaño.
Encendiste la televisión buscando algo que ver, pero en todos los canales solo pasaban "Home alone", decidiste buscar en YouTube algo que ver mientras esperabas la hora para poner la comida que comerías en la noche.
Nadie vendría, tus padres estaban al otro lado del mundo, tus hermanas con sus otras familias, eras la única soltera.
Se hicieron las 11 de la noche, comenzaste a calentar tu comida en el horno mientras acomdabas la mesa.
Ubicaste algo de música para no aburrirte del todo, la música estaba tan alta que ni siquiera escuchaste como alguien tropezó contra uno de tus adornos fuera de tu casa, o como sonaron la ventana.
Retiraste tu abrigo quedando en la camisa que usabas por debajo.
El vino, ensalada y algo para picar lo ubicaste en la mesa y volviste hacia el horno cuando este sonó.
Notaste que una la puerta de tu habitación estaba abierta por lo que te quedaste quieta por unos segundos.
Sacaste tu comida y la ubicaste en la mesa notando que esta ahora estaba cerrada.
No le diste mucha importancia, en ocasiones veias cosas que no eran.
Te sentaste en la mesa mientras miraba la hora en tu celular, faltaban solo 2 minutos.
Comenzaste a comer hasta que se hicieron las 12 -Feliz año nuevo- hablaste para ti misma.
-Feliz año nuevo para ti- sentiste algo punzando tu cuello, tragaste saliva y giraste un poco tu cuerpo notando algunos mechones rubios y la piel blanca de alguien. - No deberías poner música a un volumen muy fuerte, fue fácil entrar a tu casa.
La voz se te hacia demasiada conocida, giraste la cabeza rapidamente cuando el aparto el cuchillo- es lindo verte, amor.
Ahí estaba, Seishu Inui, uno de los chicos con los que saliste, estaba algo loco y siempre tenía sangre en las manos por las peleas callejeras, lo dejaste por miedo a que él te golpeara.- No creí que eras tú, solo hasta que vi la sudadera que yo te regale, es difícil olvidarte y fue doloroso cuando me dejaste.
-Sal de mi casa o voy a llamar a la policía- el te apunto con el cuchillo, presionando tu brazo con este mientras trazaba una línea la cual derramaba un poco de sangre, arrojo el cuchillo a un lado mientras se acercaba para lamer tu sangre.
-No deberias hacer eso, ni siquiera te voy a matar- Sus manos se metieron por debajo de la camisa
-Espera, no seas idiota- lo apartaste, Inui sonrio mientras te empujaba hacia el suelo, el cuchillo quedo a centimetros tuyos.
-¿Ya me olvidaste?, dime, ¿donde mierda esta tu pareja?- tragaste saliva- Oh claro, terminaron porque te fue infiel, ¿sabes porque lo hizo?.
Sus manos recorrieron tu rostro, suavemente mientras se deslisaban hacia tus pechos y seguian bajando hasta tus piernas- Yo lo obligue.
-Nos ibamos a casar.
-Lose- Apretaste tus mejillas- agradece que no lo mate, igual era muy feo.
Su mano se metio en tus pantalones arrancandolos con fuerza, tu camisa la dejo puesta pero se metio en esta para comenzar a morder tus pezones, sus dedos jugaban con tu clitoris rapidamente, solo podias gemir su nombre mientras apretabas tus muslos.
El se detuvo cuando le gritaste que ibas a correrte, agarraste el cuchillo y lo apuntaste tocando su barbilla, el te dio una sonrisa de lado- hazlo.
-Llamare a la policia.
-Nadie te va a oir.
-Entonces llamare al jefe de la policia, tengo su jodido numero- El te miro serio.
-Claro, follaron una ves, pero dejame decirte que ahora es otra persona.
-Claro que no.
-Bien, intenta llamarlo a ver si te responde.
-Oh si, claro que lo va hacer, el va a venir y te juro que vamos a coger enfrente de tu rostro maldito idiota.
Inui te dio segundos para agarrar tu celular y se levanto, tenias el cuchillo en tus manos, el te miraba serio.
Marcaste rapidamente tu celular, Inui tenia el de el en sus manos, notaste como este se encendio y el con una sonrisa lo respondio.
- ¿Hola?- La voz del otro lado de la linea se escucho distorceonada.
Inui camino rapido y avento el cuchillo a un lado, te arrincono contra la pared mas cercana mientras bajaba sus pantalones y posisionaba su miembro en tu entrada -Bien, ahora quiero que te folles al jefe policia frente a mi.
- ¿Como mierda? - apretaste tus dientes cuando comenzó a penetrarte, rápido, doloroso, tus uñas se clavaban en su espalda, él sonreía al ver tu cara de dolor, la sangre que salía de su brazo la llevo a su boca para saborearla y luego besarte haciéndote probar su propia sangre.
Todo con él siempre fue tan doloroso, su amor, sus palabras, aunque en el fondo te amaba y lo demostraba, el nunca considero el daño que te hacia al verlo cubierto de sangre
Inui no decía nada, solo besaba tu cuello y lo mordía mientras seguía follandote de esa manera.
Abrazaste su cuerpo cuando te corriste, el se quedo quieto esperando que todo su semen se quedara dentro de ti, te dejo en el sofa mientras se sentaba al lado.
-Esta vez nadie me puede atrapar.
-Pedidos.