Solo lean.
-¡Tora!- tus manos fueron a tu espalda, el seguía moviendo su pelvis hacia atrás y adelante embistiendo con fuerza.
Enterraste tu rostro en la almohada callando los ruidosos gemidos que se escuchaban en la habitación- no hagas eso, intenta callarte de otra forma o padre nos va a escuchar.
Apretaste tus dientes mordiendo la sabana, el solo sonrió para sacar todo su miembro y volver a meterlo con fuerza- No te corras dentro- susurraste, pero él no te hizo caso, hizo las cosas a su manera.
Lo empujaste y él sonrió agarrando tu cuerpo para juntarlo con el suyo- Deberíamos decirle a papá que nos llevábamos bien, en vez de hacer dramas.
-Vete a la mierda Kazutora- el hizo un puchero y beso tus labios sin embargo lo golpeaste. - No me beses.
Kazutora agarro tus mejillas y te miro seriamente- No voy a seguir soportando tus caprichos __, te controlas y no me vuelves a golpear.
Volvió a juntar sus labios, mordiendo los tuyos con fuerza provocando que sangraran, te levantaste y te bañaste dejando a tu hermano acostado en la cama desnudo.
Keisuke.
Cogimos de nuevo.
¿Con tu hermana?, Kazutora, eres un asqueroso, yo no podría hacerle eso a mi hermana.
Sabes como son las cosas.
Lose, pero sigue siendo asqueroso, a tu madre no le hubiera gustado eso.
Mi madre falleció.
La puerta se abrió, saliste con la ropa que tenías antes de que el idiota de tu hermano te arrastrara a la habitación.
Kazutora se puso su ropa y bajo junto a ti, su padre recién llegaba, los saludaron como de costumbre y fueron a la mesa para comer.
- ¿Como la pasan mientras no estoy? - hablo su padre mirando a Kazutora- ¿cómo tratas a __?, ¿ya no siguen peleando?
-No padre, nos estamos llevando mejor que antes.
-Espero que puedas acostumbrarte a Kazutora de nuevo, sé que te fuiste por algunos años y que ya son adultos, pero espero que se lleven bien.
-Lo intentare- susurraste, Kazutora frunció sus cejas, su padre lo miro para luego mirarte.
-Me iré de viaje por unos meses, Kazutora encárgate de tu hermana y de los negocios, menos del restaurante, deja que ella se encargue de ese.
-Como quieras- terminaron de comer, su padre se fue el mismo día dejándolos solos, apenas se fue Kazutora quiso entrar a la habitación, pero la habías cerrado con llave. - Deja de jugar y abre la puerta.
-No tengo ganas, aun me duele el vientre.
-Te lo estoy pidiendo por las buenas- Sabias que, si eran por las malas, él no te dejaría dormir y sería más salvaje de lo que acostumbra, abriste la puerta y el entro, se sentó en la cama y tú te quedaste parada mirándolo- Ven- hizo una señal con su dedo, lo miraste por unos minutos para luego caminar y sentarte en sus piernas -No eres más que un animal en celo y aun así te haces la difícil, me ibas a buscar dentro de una hora.
-Ya cállate, hablas demasiado- comenzaste a sacar su camisa, Kazutora vio a una de los que ayudaba en la limpieza entrar, solo te beso mientras daba la señal de que se fuera.
Era normal, verlos cogiendo en cualquier esquina de la mansión, más que todo por tu condición, todos lo sabían.
Menos tu padre.
-Quien diría que papá trajo a un fenómeno a la casa- hablo quitando tu camisa y retirando tu sostén observando las marcas rojas, comenzó a succionar tus pezones con fuerza mientras llevaba su mano a tu entrepierna.
-El ni siquiera es mi padre- Kazutora sonrío.
Le gustaba cuando le recordabas que no existía ningún vínculo entre ustedes, más que solo una falsa palabra, ¿hermanos?, ni siquiera eras su hija por alguna clase de aventura que tuvo con alguna mujer.
Solo eras la intrusa en esa casa, él te llevo a su casa luego de ver a su hijo solo, Kazutora quería un hermano, pero siempre le gustó la idea de proteger a alguien así que cuando le preguntaron si quería una hermana o hermano, el eligió una niña.
Eras la mascota de Kazutora, o eso pensabas, él fue a elegirte entre el montón de niño, como si fueras alguna clase de animal.
Y de hecho los primeros 7 años fue normal, ambos tenían la misma edad y tu cumplías meses después de él, Kazutora y tu realmente parecían hermano, a ninguno se le paso por la mente estar en esta situación.
Hasta que paso, cumpliendo los 16 años tu cuerpo cambio, para poder dormir necesitabas placer, era desesperante hasta el punto de comprar consoladores de tamaños demasiados grande, intensos o simplemente estimularte lo más que podías.
Estabas bien hasta los 19, cuando él te vio en la cama con todos esos juguetes, ambos claramente eran conscientes de que no eran hermanos ya que cada vez que peleaban él te decía que no eran hermanos y que gracias a el saliste de ese lugar.
Básicamente que él era tu amo, cuando eran niños solo eran bromas y tu "Obedecías" a tu amo, pero conforme crecieron solo te sentías humillada.
Y ese día fue tu error decirle que te ayudara, ignorando el pasado, Kazutora te ayudo, esa noche y las demás, dándote todo lo que querías, conociendo tus puntos, hasta que simplemente te sentiste culpable y escapaste de el solo por 4 años.
-Se una buena chica, ¿sí?.
-Debería tomar las pastillas- hablaste agitada frotando tu entrepierna con la de el.
- ¿Te di permiso? - negaste, el comenzó a besarte de manera intensa, su mano seguía moviéndose en tu entrepierna- Seré un buen hermano y ayudare a mi pequeña hermana a sentirse bien.
Querías decirle que dejara de hablar así al momento del sexo, pero se sentía bien, sus palabras, sus dedos entrando y saliendo, su miembro presionando tu muslo, todo, su boca mordiendo esos lugares.
-Mételo por favor- hablaste de manera agitada- por favor follame, rápido, por favor.
-Me encanta cuando suplicas de esa manera.
Kazutora comenzó a follarte, sin tener en cuenta que su padre estaba detrás de la puerta escuchando a sus "hijos" follar, pero no podía hacer nada.
Kazutora te reclamo de su propiedad cuando te fuiste sin su autorización, diciendo que él era tu dueño y que el solo podía aceptar tus peticiones.
Claramente no fue algo agradable de escuchar, pero no podía impedir nada sabiendo que tu ni siquiera tenías su sangre.
Simplemente bajo con todo el personal y los dejo, luego hablaría con su hijo, pero sabía que sería una pérdida de tiempo.
Te quedaste dormida luego de unas horas, Kazutora te miraba, cada parte de tu cuerpo le parecía asombroso.
- Deja de hacer eso Kazutora- su padre abrió la puerta, Kazutora te arropo y se levantó teniendo su celular en la mano- sabes bien que ella va a heredar las cosas como si fuera mi hija, no puedes estar con ella.
-No somos familia, todo el mundo sabe que fue adoptada, podemos estar juntos y no me importa lo que digas, no la dejare y no me importa lo que has dicho, di que es mi esposa y que la quieres como una hija, que tu plan desde el principio era unirnos.
Mi mano me duele menooooos yeii, mi papi me estuvo sobando y siguiendo las indicaciones del doctor :) aun asi necesito reposo pero no puedooo.
-Pedidos.