Izana Kurokawa.

7.2K 361 17
                                    

-Felicidades, de nuevo su trabajo obtuvo la calificación mas alta- Kakucho y tu sonrieron.

A la fuerza.

Realmente se odiaban, por notas, porque si, por todo, se conocían desde pequeños, desde que nacieron, sus madres eran cercanas.

Mas bien, Vivian en el mismo vecindario, junto a la madre de Izana, a quien también conocías.

Nunca te llevaste bien con Kakucho, siempre conectabas mas con Izana, y a pesar del odio, siempre fingían llevarse bien.

-Son los nerds, ¿no?- Izana hablo haciendo que todos giraran los ojos.

-Deberías dejar que disfruten su momento- Hablo una de tus amigas, la gente pensaba que Izana y tu se llevaban mal.

De hecho eso aparentaban, pero no.

Todos creían que Kakucho era el que estaba contigo, el que dejaba esas marcas en tu cuello, incluso el que dejaba mordidas en tus labios.

Quien diría que el causante de todo eso era Izana.

-Deberían hacerse pareja- Izana frunció su cejas, si le dio celos.

-Si ellos se hacen pareja, las chicas dejaran de seguir a Kakucho- hablo uno de tus compañeros- irán tras izana.

-¿Quien no?- hablo Izana sentándose en tu pupitre.

Giraste los ojos.

El único hecho por el que Kakucho fingía ser amable contigo, era para que le ayudaras alejar a cualquier chica, el no quería nada y si las tenia a su lado, solo era para estar juntos una semana, como mucho.

-Nos toca laboratorio, vamos- Hablo Kakucho.- Saben que esa no es obligatorio, pero da igual.

Todos se fueron, ibas a levantarte pero Izana te agarro para sentarte en sus piernas- Uhmmm...ser pareja de Kakucho- susurro mientras tocaba tu cintura.-¿Enserio quieres estar con la persona que te odia y a la que odias.

-Izana, sabes que lo hacen por molestar.

-Lose- El beso tus labios, un beso intenso, incluso movió tus caderas para luego sonreír- Quien diría que la persona a la que odias, te tiene encima de el todas las noches, follandote y haciéndote gritar- Giraste los ojos- "Izana, mas, dios , si Izana"- te imito mientras seguía moviéndote sobre su entrepierna.

-Debemos irnos.

-Déjame meterlo- suspiro en tu oído, metió su mano debajo de tu falda, sus dedos se curvearon una vez que entraron.- Por favor- Izana tenia una dualidad, que le permitía ser sumiso en cualquier momento, pero a la vez un jodido dominante que ni siquiera te permitía respirar si el no te lo permitía- Porfa- gimió cuando sintió como apretaste sus dedos.

-Nos pueden ver- susurraste.

-No me moveré, solo quiero sentirte- hizo a un lado tus bragas para luego jugar con tus labios, su otra mano saco su miembro, lo rozo entre tus nalgas, lo introdujo dentro de tu hilo para comenzar a frotarse entre la tela y tu piel.-¿Si?- beso tus labios, dejo varios piquitos.

Tu solo te levantaste y dejaste que el ingresara, haciéndolo sonreír, te mantuvo quieta, el impulso de arrimarte contra el pupitre y follarte lo hacían sentirse ansioso al no poder, la puerta estaba cerrada, le había pedido a Kakucho que la cerrara con seguro.

o eso pensaba.

Solo empezaron a besarse, mientras el tocaba tus suaves muslo o tu cintura, en ocasiones te movías un poco u el lo hacia.

Una de sus compañeras que estaba obsesionada con el moreno comenzó a buscarlo al saber que no estaba en la clase, no era raro que tu no asistieras, ya habías pasado las materias y los profesores sabían que tu podías sacarte la nota máxima en cualquier momento.

Escucho un ruido en su aula por lo que se asomo por la ventana.

A simple vista parecías solo sentada en sus piernas mientras lo besabas, la falda era larga y ancha, cubrían bien todo.

Ella saco su celular y comenzó a grabarlos, con algo de tristeza pero eso seria una bomba.

Izana seguía tocando tu cintura, subió sus manos por tus pechos para luego terminar en tu cabello, agarrándolo con fuerza para continuar el beso, su otra mano estaba en su muslo, te moviste un poco provocando que frunciera las cejas.

-¿No quieres irte de aquí?.

-Falta una clase- susurraste en sus labios, queriendo de nuevo besarlo, izana froto sus dedos en tus labios rojos e hinchados.

-Puedes recuperarla luego, a nadie le importa que faltes, tu ya pasaste- Beso tu cuello.- Amor, deja de ser tan aplicada, necesitas divertirte un poco.

La chica se asombro cuando izana te llamo por ese apodo, ¿eran pareja?.

-Debería decirle a mi querida suegra que su hija se explota con el estudio- Sonrió apretando tu cintura.-¿Uhmm?.

-Iza, solo falta una hora- el giro sus ojos, como sea, volvió a besar tus labios, sus ojos fueron hacia aquella chica con el celular en la mano, agarro tu cuello mientras miraba a la chica, sonrió un poco, te arrimo contra el escritorio, la falda aun cubría todo.-Espera.

-No haremos nada- Siguio besándote, esta vez miraba fijamente a la chica, acto que hizo que ella se fuera del lugar.

Izana salio de ti para embestir con fuerza haciéndote soltar un gemido, tapaste tu boca mientras lo mirabas- Izana.

-¿Quieres que todas me vean con una erección?- negaste- entonces, has silencio y sopórtalo.

Te giraste para callar mejor tus gemidos, agachando la cabeza.

Izana embestía rápido y con fuerza, sus pantalón chocaba con tu piel- Dios...- Gimió en tu oído- ¿Debería follarte mas seguido aquí?, te poner jodidamente apretada- agarro tu trasero, levántalo y abriéndolo, observando como su pene entraba y salía.

-Izana...mas despacio.

-No preciosa, dilo correctamente.- Frunciste las cejas.

-Papi- susurraste.

-No te escucho- volviste a pronunciar la palabra, Izana solo se burlo y en vez de bajarle la intensidad empezó hacerlo mas tosco.- Papi te esta follando demasiado bien- jalo tu cabello levanto tu rostro, tus gemidos solo salían.

Nadie estaba por ahí, todos habían ido a la sala de laboratorio a escuchar el rumor.

-S-si.

-Ahora, papi quiere que te corras en su pene, ¿puedes hacer eso por mi?.- asentiste, a los segundos te corriste y el solo disfruto de la sensación, salio de ti agarrando un pañuelo para correrse en este, lo guardo en los bolsillos de su mochila para luego agarrar otro pañuelo y limpiarte.

Te sentó en la mesa y te acomodo el cabello y ropa- ¿nos vamos?- asentiste.

Te dio un beso en la frente y se fueron hacia tu casa.

Al día siguiente fue un relajo, miradas de odio y miradas de asombro, la gente se acercaba a Izana a preguntarle como lo hizo pero el no decía nada, estaba pendiente de sus enemigos, los cuales comenzaron a coquetearte.

Kakucho por otra parte solo ignoro, aunque la gente lo molestara diciendo que su mejor amigo se le había robado a su chica.

A el ni siquiera le importaba.

One shot- Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora