Dame tu atención Rin
Las risas de tus compañeros de clases resonaban en la amplia aula de tu colegio, miraste hacia al frente notando a tu mejor amigo, compañero de vida, amigo de la infancia, etc, hablando con el grupito de chicas populares.
Te daba envidia, que su atención fuera hacia ellas, si bien era cierto tenían buen cuerpo, cumplían con la mayoría de estándares, tal vez en un 90% menos o incluso mas, mientras que tu cumplías un 40 o 50 % o eso creías tu, por otra parte rindo era uno de los chicos que cumplía con casi todos los estándares de Japón.
Si se hubieran conocido ahora en secundaria, tal vez ni serian amigos, tal vez agradecías por conocerlo antes.
Tu cabeza seguía doliendo, desde el día de ayer parecía como si se te fuera a partir en dos y el ruido que hacían no ayudaba.
-¿Quieres ir a mi casa?- una de las chicas toco la mano de Rindo quien solo se limito a sonreír, revoloteaste tus ojos mientras lo esperabas, al cumplir ya la mayoría de edad el parecía haber cambiado un poco.
-¿Por que quieres que vaya?- su típica sonrisa coqueta, te levantaste cuando sonó el timbre, agarraste tu mochila y la de el para acercarte.
-¿Nos vamos?- la atención del grupito fue hacia ti, miraste a Rindo quien te miro fijamente a los ojos- ¿Rin?.
-Ve con Ran, yo iré después- Ran entro a la aula, el a pesar de ser unos años mayor que nosotros, reprobó cursos solo porque si.
-Ran- una de las chicas sonrió y se acerco a el- Hoy habrá una pequeña reunion en mi casa, piscina, ¿puedes ir?, solo seremos nosotros y unos mas- sentiste la mirada de Ran.
-¿Invitaste a __?- Ella giro sus ojos.
-Obvio no, ella- Al ver la cara de Ran se quedo en silencio- si gusta puede ir.
-Rindo quiero irme- hablaste a su lado.- Me siento mal.
-Ve con Ran, estoy ocupado.
-¿Puedes dejar un momento tu tiempo de idiota y preocuparte por mi?- la atención de Rindo fue hacia ti, los ojos de Ran también.
-¿Que sucede?- la cabeza empezaba a darte vueltas, te sujetaste de la banca, Rindo agarro tu mano pero fue apartada por una chica quien te hizo a un lado con su cuerpo haciendo que te cayeras por el mareo de tu cabeza.
-Lo siento- Ran fue hacia ti, mientras Rindo simplemente se quedo mirando sin hacer nada.
-¿Estas bien?- Asentiste dos veces, ambos miraron a Rindo.
-Ran llévala a su casa.
-¿Tu no iras?- el negó.
-Eres un idiota, Rindo- susurraste, te separaste de Rindo y caminaste por tu cuenta a tu casa, al parecer Ran había hecho algo por lo que después de unos minutos, antes de entrar a tu casa observaste a Rindo corriendo detrás de ti, aun así lo ignoraste y entraste, agarraste algo y te lo tomaste, el dolor de cabeza era infernal, lo ultimo que recordabas antes de entrar a tu habitación era haberte sacado parte del uniforme hasta quedar sin la falda, solo con la camisa blanca.