-Abre bien esa boquita- su grandes manos apretaron tu cuello, cerraste con fuerza los ojos.
Ya no querías ir de hombre en hombre, intentando satisfacer a tu padre con el dinero que te daban.
Naciste dotada con un hermoso cuerpo, grandes atributos y una fina cintura, cara hermosa y piel blanca, tu cabello era negro y tus ojos igual.
-Abre rápido niña, no tengo tu tiempo- Negaste mientras llorabas.
-Ya no quiero- susurraste, el viejo te dio una bofetada y se fue, tu solo quedaste arrinconada en una rincón.
3 o 4 horas estuviste hecha bolita.-¡¿Oh?!- escuchaste una voz entre risas- ¿Esta muerta?.
-Nahoya, puede tener rabia- hablo otra voz gruesa.
Te levantaste- ¿Mi padre los mando para que también me follen a su antojo?- levantaste la mirada, a pesar de que eran lindos, ellos solo buscaban algo.
Sexo.
-Si- hablo el de cabello negro con un tatuaje en brazo en forma de ¿serpiente?, ¿púas?, tenia una sonrisa en su rostro, mientras que el otro solo tenia un tatuaje en su cuello, una sonrisa para abajo.-¿Cual es el problema?, ¿para eso sirves?.
-Nahoya- el gemelo también de cabello negro suspiro- Tu padre escapo luego de perder su fortuna, simplemente escuchamos que tenia una hija y vinimos a verla.
-Pues ya me vieron- ni siquiera recordabas que estabas desnuda, caminaste hacia el baño pero el otro te agarro sentándote en tus piernas.
-Mi hermano ni siquiera ha terminado de hablar, muñequita- frunciste tus cejas y lo apartaste, el solo te sentó y te quedaste quieta mirando sus ojos color café claros.
Tragaste fuerte y solo te quedaste escuchando lo que ellos dirían.
-Ni siquiera nos importa si aceptas o no, trabajaras a nuestro lado.
-¿Seré su método de consuelo?.
Ambos reviraron los ojos- ¿Por qué follariamos con alguien como tu?, hay muchas, no te hagas la inalcanzable- solo te levantaste y te fuiste a bañar, Nahoya suspiro.
-¿Por que no habíamos llegado antes?, ella ni siquiera nos reconoce- hablo Souta mostrando un leve puchero.
-Tuvimos que cambiar apariencia para eso, sabes que ella sufrió un trauma con la pelea contra Tenjiku, si no hubiera sido por Takemichi, nosotros estaríamos muertos.
Fue hace unos 7 años, tenias 18, ellos tenían 20, habían organizado una pelea a la cual decidiste ir despues, simplemente para ver morir a Kisaki, a ellos dos y ver a varios chicos casi muertos, mas a dos que parecían cercanos por el hecho de que "murieron" agarrados de la mano.
Lloraste, incluso tomaste drogas que causaban la perdida de memoria hasta sufrir un colapso y llevarte a coma.
Perdiste la mayoría de recuerdos pero esos dos gemelos "Smile y Angry" nunca se fueron.
Te recargaste en la pared- Gemelos- susurraste recordando aquellos dos chicos que te prometieron hasta el universo, pero los mismo a los cuales viste en el suelo con sangre y unas navajas.
Saliste con un vestido holgado, los seguiste y te llevaron hacia su casa, era grande, espaciosa, los cuadros eran blanco y negro, y su casa estaba decorado con colores neutros.
-Ponte cómoda- hablo Nahoya, ya se habían presentado, tu solo dijiste que era lo que te gustaba, tu nombre y todo, ya lo sabían.
Te dirigiste a tu habitación, solo miraste la gran ventana que estaba ahí, era una pared, pero en vez de tener cemento, tenia vidrio, la vista era hermosa, la puerta se abrió dejando ver a Nahoya.
