- ¿Estas solo? -Hakkai miro aquellas chicas con una mirada bastante inocente, para todos, el pobre chico de cabellera corta y azul había entrado por accidente o tal vez arrastrado hacia ese bar lleno de mujeres semi desnudas.
Pero no.
Hakkai había ingresado por su propia cuenta.
- ¿Que sucede?, eres tímido, ¿eh?..- El nombrado solo trago saliva cuando aquellas mujeres se acercaron- ¿No quieres divertirte con nosotras?
Las chicas llevaron hacia una de las habitaciones al pequeño e "indefenso" Hakkai, quienes sonreían al saber que iban a controlar aquel chico lindo.
Hakkai fue sentado en la cama, ambas chicas sacaron su ropa quedando desnudas haciendo que Hakkai sonriera, se ubicaron de rodillas para luego mirarlo, una de ellas se levantó para sacar la camisa del chico, mientras la otra sacaba su pantalón y zapatos -Oh..tienes un buen amiguito aquí abajo.
Hakkai no decía nada, solo miraba, una de ellas estaba besando a Hakkai, cuello, incluso comenzó a estimular sus pezones algo que le desagrado a Hakkai pero no dijo nada.
La otra empezó a introducir su miembro, de una manera que hizo bostezar al chico, ¿enserio ese era su trabajo?
- Oh mierda...- suspiro cansado- ¿enserio solo saben hacer esto? - ambas chicas lo miraron confuso, Hakkai se levantó y acomodo a la chica ubicándola aun de rodillas, agarro su miembro y lo empezó a frotar- abre- la pelinegra hizo caso, abriendo su boca y recibiendo de golpe el miembro del más alto provocando una arcada, Hakkai llevo su mano a los pechos de la otra chica para luego pedirle que se acueste, su mano viajo hacia su entrepierna, introduciendo dos dedos mientras agarraba el cabello de la otra y embestía con fuerza su cavidad bucal.
Gemidos y sonidos de arcadas sonaban en la habitación, Hakkai jalo con fuerza el cabello de la chica para luego tirarla a la cama.
- Boca abajo y quiero tu trasero bien levantado- la chica le hizo caso, recibiendo una nalgada de Hakkai, el peli azul busco algún consolador, sabía que tenían nuevos, no era su primera vez aquí, agarro uno color azul que encontró, lo abrió y luego le pidió a la que estaba en posición de perrito que lo llevara a su boca, comenzó haciendo un oral por unos minutos para luego sacarlo, Hakkai lo introdujo de forma brusca sobre el pequeño agujero de la pelinegra haciéndola gritar, ni siquiera le dejo tiempo cuando lo encendió al último nivel del consolador.
La otra chica miraba como su compañera se retorcía de placer y dolor, no solo por el vibrador, Hakkai había llevado tres dedos a su entrepierna comenzando a embestirla a su antojo.
Por otra parte, Hakkai agarro bien a la de cabello rosa, introdujo su miembro lo más profundo que pudo comenzando a golpear de manera ruda haciendo gritar a la chica que ni siquiera podía respirar.
Era un mar de gemidos, incluso encontrando 4 vibradores más de los cuales solo agarro 3 para introducirlos en cada agujero de las chicas mientras ambas le daban una oral a Hakkai haciendo que fume un cigarrillo.
Hakkai las canso, las hizo venir hasta que no pudieron más, dándole orgasmos infernales aquellas dos pobres chicas, sus cuerpos llenos de su semen, o los de ellas ya que incluso las hizo frotarse entre sí.
Si, tener sexo con Hakkai era bastante aterrador, Hakkai era todo un sádico, el peli azul salió del lugar, dejando aquellas dos en la cama, había sido para ellas la mejor tarde de sus vidas y para el una de las muchas, pero sentía que le faltaba algo.
Ibas saliendo del supermercado, habías hecho todas las compras para llenas tu casa, ya sea nevera, almacenes, habías hecho ese cansado trabajo de buscar todo para no salir por un tiempo.
