Su pene se frotaba contra mi trasero, mordí mi labio evitando gemir.
Dios Wakasa, si tan solo pudiera te hubiera golpeado en las bolas.
-Me duele que estuvieras con ese idiota, ¿porque nunca me preguntaste por qué amanecía en tu cama? - agarro con firmeza mi trasero metiendo su dedo pulgar en mi agujero- Eres tan lindo.
Gemí, pero luego mordí mi labio, Wakasa se detuvo y volvió a meter su dedo pulgar esta vez metiendo otro provocando otro gemido- ¿Estas despierto?
Me giré, mis ojos seguían cerrados pero esta vez con fuerza, el solo sonrió, escondí mi rostro entre mis manos, pero él las alejo.
-Deja de hacer esto- susurre cuando sus labios besaron mi cuello.
-No creo que pueda, no cuando estas frente a mi- levanto mis piernas, frotando su miembro con el mío- ¿Porque te fuiste con Kazutora?.
-Eso no debería ser asunto tuyo. - Mordí mi labio- ¿Quieres que gima el nombre de Kazutora?, justo ahora estoy ebrio.
-Ni te atrevas.
-Me llamaste Senju- Wakasa enterró su miembro, suspiré y el respiro profundo. - Nunca te di permiso.
-De todas maneras, ya hemos follado- Comenzó a moverse lentamente- no te llame así porque quise.
-Claro- movió sus caderas con algo más de fuerza, levante mi pelvis un poco, el agarro mi trasero manteniéndolo firme y siguiendo con sus embestidas. - Para, me voy a correr.
Ni siquiera me hizo caso, me terminé corriendo, pero el seguía embistiendo, rozando mi próstata y cuando el golpeo me corrí de nuevo provocando risas en el.
-Me gustas- no me importaba, pero mi corazón latió con fuerza- Me gustas mucho
Busco mis labios, nuestras lenguas se enredaron, Wakasa apretaba mi trasero cada que apretaba mi agujero contra su miembro.
Se termino corriendo fuera, nos quedamos en la posición que acabamos, Wakasa luego se acostó y me miro- Lo siento.
-No, ahórratelas- Me levante y me bañe, Wakasa se quedó sentado, pero yo después de bañarme me fui a dormir con Senju.
Sentía algo en el pecho, no me gustaba Wakasa, lo sabía, pero mi corazón latía cada que recodaba lo que había dicho.
Unas semanas evite a Wakasa, Kazutora dijo que ya estaba en una relación con Chifuyu y Baji asi que dejamos de vernos.
No estaba necesitado de sexo, ya que por alguna razón no encontraba del mismo tamaño que Wakasa.
Ni siquiera uno a la medida de Kazutora o con su táctica, era casi imposible tener un pene del tamaño de Wakasa y lo sabía.
Antes de que se cumplieran dos semanas, me di cuenta de que tal vez Wakasa, pensé demasiado en el que incluso el mínimo contacto visual hacía que mi corazón latiera como loco.
Pero cuando lo encontré toda esa mierda llamada amor se fue, estaba con un hombre, riéndose y tocándose como si se conocieran desde hace tiempo.
Wakasa me vio, se alejó del tipo, pero yo entre a una tienda para luego irme a mi casa y dormir.
No llore, pero me sentí mal, Wakasa iba a casa, me dejaba cartas que negaba a leer, incluso comida favorita.
Tampoco la comida.
Me entre a un curso de ballet para hombre, ya tenía experiencia en el baile, pero me costó la flexibilidad.
Un mes, desde la mañana hasta la noche, tenía un horario, de 7am a 1pm, pero me quedaba enseñando más ya que me encanto.
Estaba haciendo mi calentamiento, estirando mis huesos hasta que alguien entro, sabia que estaba solo, desde las 6 hasta las 8 esto quedaba solo.
Pensé que había llegado un compañero, pero era Wakasa, me levante y el se acercó.
-Te queda bien.
-Solo estoy con un calentador y una camisa.
-Todo te queda bien.
Gire mis ojos y volví a calentar.
Wakasa se puso detrás mío, cuando me agacha sentí su miembro en mi trasero.
Duro.
-Ve a bajar eso en el baño.
-Estará duro cada vez que te vea.
- ¿Solo a mi o todos con lo que tropiezas?.
-Fue un mal entendido.
-No soy tu pareja, no me des explicaciones- Apreto sus labios.
Quería besarlo.
Pero no.
Aunque Wakasa si quería y lo demostró cuando sus labios chocaron con los míos, me agarro con firmeza, sus fuertes brazos se acomodaron a mi cintura, mi fina cintura, realmente parecía una mujer a su lado.
Quería ser robusto como el, aun así amaba mi cuerpo porque sabía que a Wakasa le gustaba.
Wakasa me llevo hasta los vestidores, cerró la puerta para luego volver a besarme, metió sus manos por el calentador, tocando mi miembro erecto.
Bajo mi pantalón y metió sus dedos en mi agujero- Deberías decirles a tus compañeros que alguien ya te folla.
-Cállate, no hables mierdas.
- ¿Hablo mierda?, lindo, cualquiera que te vea quiere tenerte en su cama.
Metió más dedos, aprete mis labios, el me volteo para bajar más los pantalones, metió su miembro con fuerza golpeando mi pecho contra la pared, comenzó a embestir, se sentía jodidamente bien.
Su miembro abriendo mis paredes, tocando hasta el fondo, mis piernas temblando mientras su boca besa mi cuello.
Wakasa se corrió primero, eso me sorprendió, solo me beso y siguió moviéndose tirando todo el semen que debía depositar hasta que termine corriendo.
Nuestras respiraciones se agitaron, no dije nada, pero Wakasa empezó a decir que me extrañaba.
Lo ignore una semana mas.
Necesitaba que me rogara.
Hasta después de un mes que acepte ser su pareja, aunque a veces lo molesto diciendo el nombre de Kazutora.
Sentí que merecía más que solo ignoradas, pero no pude ante ese rostro.