Pedido. Hedimanjiro
-Mikey- gimoteaste cuando sus finos dedos entraron en tu coño, removiste tus manos amarradas mientras movías tus caderas.
-¿Que sucede?, ¿No te gusta?, ¿Acaso quieres los dedos de Izana?- negaste rápidamente, su erección golpeo contra tu pierna, acercándose cada vez mas.
No eran pareja.
Ni mucho menos estaban intentando algo, solo simples amigos con derecho, Mikey te aclaro desde el principio que no quería que anduvieras con otros hombres, que eras solo de el.
Pero no hiciste caso, estaban en una fiesta, con el y sus amigos, conocías a su hermano, fue algo estúpido irte a sentar en sus piernas cuando Izana la palmeo, pero se veía jodidamente sexy haciendo ese gesto.
Y quien eras tu para negarte ante tal hombre, tu cuerpo se movió por si solo y te sentaste, Mikey ni siquiera les presto atención, solo era algo común, pero cuando Izana llevo sus manos a tus muslos, subiendo su mano dentro del vestido su enojo se hizo presente, mas cuando su otra mano reposo en tu trasero, vio como gemiste ante su toque haciendo que se enojara mucho mas, Mikey en su arrebato agarro tu mano y se fue de la fiesta, Izana no entendió eso, pero se quedo aburrido así que decidió molestar a su mejor amigo.
-Dios, eres una jodida perra buscando atención- Apretó tus mejillas- Abre la boca- el se sentó encima tuyo, manteniendo su peso para no aplastarte, su erección choco con tu nariz para luego presionar tus labios- Dije, abre la boca- golpeo tu mejilla con su mano, abriste la boca para que el la agarrara, escupio dentro de tu boca, frotaste tus muslos entre si, ese comportamiento te estaba prendiendo demasiado- Traga- cerro tu boca, te dio algo de asco, nunca habías hecho eso, pero no quería decirlo porque esto te estaba empezando a gustar.
Mikey presiono tus labios con su dedo pulgar, hizo circulos en tus labios para luego abrir tu boca, empezaste a chupar su dedo pulgar, Mikey te miraba seriamente, sacaste sus dedos y agarraste la punta con tus labios, pasaste la lengua haciendo que gruñera, Mikey se acerco un poco mas haciendo que introdujeras su erección en tu boca.
-¿Deberías solo hacer que me la chupes?, realmente no te mereces nada preciosa- Mikey te dejo en la cama amarrada, fue hacia el cajón que estaba a unos pasos de la cama y saco una caja de condones para abrirla y sacar uno.
Se lo puso, volvió a la cama estaba vez ubicándose entre tus piernas- Manjiro...- Gemiste cuando su erección comenzó a frotarse sobre tu clítoris, moviste tus caderas pero el azoto tus muslo provocando que gritaras.
-Deja de parecer una necesitada.
-Lo necesito- suplicaste- Por favor Follame rápido- Mikey sonrió, ubico su rostro a la altura del tuyo.
-¿Enserio lo necesitas?- asentiste rápidamente, pareciendo una perra necesitada.
-Por favor, rápido.- Moviste tus caderas y el suspiro.
-Bien- ubico la punta en tu coño ya demasiado húmedo por todo lo que había sucedió- Preciosa, pareces un mar ahi abajo.- Se burlo pasando sus dedos- Si tanto lo deseas, espero que lo tomes todo.
Enterró su miembro con fuerza, haciendo gemir gustosamente al sentir ese trozo de carne que tanto amabas sentir, tus paredes lo acogieron como siempre, Mikey soltó un gemido ronco, empezó a moverse con fuerza, sin esperar mucho.
Ni siquiera podías decir lo bien que se sentía por que de tu boca solo salían gritos y gemidos. Mikey para aumentar tu placer, llevo sus dedos a tu clítoris moviéndolo rápidamente.
Tu cuerpo no estaba soportándolo bien, pareciera que ibas a explotar por el exceso de placer, las lagrimas salían de tus ojos corriendo el maquillaje, tu cabello ya estaba hecho una mierda.
-Oh mierda....enserio te sientes tan bien- su mano libre fue a tu cuello, apretándolo un poco, Mikey llevo su boca a la tuya dejando un beso rápido para luego llevar su boca a tu oído, escuchaste sus gemidos los cuales haciendo que interior se apretara provocando que la voz grave de mikey resonara en tu cabeza, sus gruñidos, tu nombre.
Nada podía compararlo.
-Estoy cerca- susurro, tu estabas por correrte por segunda vez, ni siquiera recordaste cuando fue la primera, solo sabias que el placer y el dolor combinados se sentía de maravilla, tu cuerpo muy sensible recibiendo todo lo que Mikey te daba.
Mikey termino corriéndose fuera, sacando el condón y dejando que su semen se posara en tu pecho y abdomen. Mikey se levanto, desamarro tus manos, camino hacia la nevera que estaba cerca de la puerta y saco agua, trago un poco para luego darte también.
Agarro la caja de condones y saco otro.
-Ya no puedo- susurraste.
-Yo si- Mikey jalo tu pierna- Necesito que entiendas que solo yo puedo tocarte de esa manera.