Lo tenía en borradores, aun así lo edite ya que el final no quedaba.
Habia pasado tal vez 4 meses o menos, no se, estar encerrado sin ver la luz me hacía perder la noción del tiempo, desde que me trajeron a la fuerza, después de aceptar ser el omega de Koko y que me mantuviera en su habitación como un perro.
Supe que tenía un omega, todos lo sabían, los Haitani se enojaron diciendo que ya tenía un omega, pero Koko dijo que no le bastaba, necesitaba demasiados hijos.
Era mentira, Koko ni siquiera me volvió a tocar, se enfocaba en su omega quien ya estaba embarazado, Inui, un lindo niño, hermoso, sabía que tenía una hermana mayor, pero falleció cuando un alfa la tomo.
Ellos se irían una vez que Inui tuviera más meses, Koko dejaría todo, mientras que el esperaba que Kazutora viniera a verme.
Pero como siempre los Haitani.
Entraron ya que querían ver un trio, pero solo me vieron a mí en el sofá acomodando cosas mientras que Koko estaba con su omega, eso fue suficiente para que volviese con ellos.
Sanzu ni siquiera podía estar conmigo, se iba a buscar más omegas, mientras que Manjiro tenía cosas que hacer.
Igualmente, esos dos eran muy molestos.
-__, deberías estar atento a nosotros- Hablo Rindo perforando nuevamente mi agujero.
Necesitaba a mi alfa.
- ¿Estás pensando en Koko?, no deberías. - Ran introducía su miembro igual, era doloroso el sexo con ellos. - Para que estes un poco más animado te traemos algo lindo, sé que te gustara.
Ran se levantó, acomodo su miembro en su bóxer y abrió la puerta.
Kazutora.
Lo vi, lo estaba viendo.
Estaba con una ropa nueva, tenía una cicatriz en su mejilla y golpe en el labio, su cabello estaba corto, mis ojos se humedecieron y solo comencé a llorar.
No quería que me viera así, mi cuerpo parecía un lienzo de tantas marcas y mordidas.
Había agarrado unas pastillas de Koko en donde me cuidaba de embarazo, aun así, tenía miedo de que me embarazara de alguien que no sea él.
Kazutora solo me miro, sentí su mirada de asco, algo combinado con asco, solo gire mi cabeza y solloce.
Odiaba esto.
Ni siquiera se acercó, solo se fue- Kazutora volvió, tal vez volvería a buscar a su omega- Hablo Rindo- Tú puedes quedarte con nosotros.
No dije nada, me quedé quieto hasta que el viniera y corrí a mi habitación, encerrándome, pero sin poner seguro a la puerta ya que solo tenían ellos la llave y el seguro estaba dañado.
Saque el semen de mi interior, aprete los bordes de la bañera.
¿Por qué vino?
La puerta se abrió, me escondí, tal vez Sanzu había regresada, hundí mi cuerpo en la bañera mientras aguantaba la respiración, sin embargo, algo me jalo.
Era Kazutora, solo lo mire, mis ojos tal vez estaban rojos, algo hinchados.
Tapé mi cuerpo sintiéndome más sucio de lo que creí que estaba.
-Vete.
- ¿Por qué?
-No quiero que me veas así.
Aprete mis labios, Kazutora se sentó en el borde de la bañera, agarro el producto para el cabello y lo esparció por este. - Lo siento- susurro- No te encontré antes, no sabía que te tenían aquí, fui donde tu hermano, pero solo me gané golpizas hasta que me dijo que no estabas, fui hacia donde tu hermana, pero simplemente me ignoro. - se quedó en silencio mientras movía sus dedos sobre mi cabello.