-Debes escucharnos- Nahoya agarro tu mano, por otro lado, Souta solo quitaba la ropa que habías empezado a empacar.
-¡¿ESCUCHAR QUE?!, ¿SUS MENTIRAS?, ¡DIME!, ¡CREI QUE ESTABAN MUERTOS! - Te quedaste quieta mirándolos, no habías parado de llorar.
¿Qué les costó decir la verdad?
-Creí que estaban muertos- te sentaste en la cama, tu cuerpo se echó para atrás mientras tapaba tu rostro- Los busque por miles de hospitales, incluso su cuerpo...intente buscar sus tumbas, pero nada, supe que algo andaba mal, pero la imagen de ustedes en el suelo...incluso trate de olvidarlos, pero nunca se fueron de mi mente- Nahoya se acostó a tu lado, Souta tiro la maleta y se acostó en tu otro lado mientras te abrazaba- Suéltenme, no quiero tocarlos.
-Lo siento- Souta se escondió en tu cuello- Lo siento, no podíamos ponerte en riesgo, tampoco sabíamos dónde estabas, te buscamos cuando nos recuperamos, pero no había ninguno rastro, cuando Hanma dijo que vio a una chica parecida a ti en el burdel en donde él trabajaba nosotros corrimos hacia ti, pero no estabas, cuando Hanma paso la lista de las mujeres ahí estaba tu nombre, luego de una semana apareciste de nuevo, Hanma nos avisó y te encontramos, queríamos besarte y contarte todo, pero teníamos miedo de como reaccionarias.
Nahoya solo se mantenía en silencio, besaba tu cuello, pero simplemente te levantaste, no agarraste más que tu cartera con tu dinero y te largaste.
Los gemelos se quedaron acostados en la cama suspirando, Souta quiso ir detrás de ti, pero ni siquiera sabía que dirección habías tomado.
Y de nuevo se convirtió en una caza.
Tú te escondías de ellos y ellos hacían lo imposible para buscarte.
De nuevo lo lograron y de nuevo fue hanma el que te encontró.
Veían como entrabas para "satisfacer a tus clientes", lo único que hacias eras darle algún tipo de baile o que te alardearan de lo bueno que eran, más de eso pedirte una noche de sexo, pero a ti solo te importaban esos dos.
-Largo- observaste a Nahoya apuntarle con una pistola, te levantaste de sus piernas y caminaste hacia fuera notando que no había nadie, saliste, pero Souta te agarro la mano.
- Tu no.
-Suéltame, no los conozco.
- ¿Ah si?, pues yo te conozco demasiado bien, donde te gusta ser tocada, como te gusta que te besen, tu comida favorita, conozco todo de ti- volvió hablar Souta, apretaste una de tus manos. - Ni siquiera pienses en golpearme.
Él te sentó de manera tosca, estaban enojado y a ti ni siquiera te importo- ¿Que hacías aquí?, ¿vas a follar con los primeros hombres que se acerquen a buscarte?
- ¿Que quieres que te diga?, ¿no?, ¿si?, dime, te diré lo que quieras escuchar.
- ¿Porque te escapaste? - te reíste, tenías ganas de tirarle ese florero en la cabeza, aunque costara millones de dólares, no te importaba.
- Oh..si, creo que no entendieron el porqué, uhmmm... sera... ¿Sera porque me acabo de enterar que las personas que según creía muertas están vivas, me tenían en su casa y nunca me dijeron la verdad? - una lagrima salió de solo recordar aquel momento de pánico cuando te enteraste por Baji -oh, creo que si será por eso.
Ellos se quedaron en silencio, Nahoya tiro el arma con el seguro puesto hacia algún lugar de la habitación -Fuera de aquí, no vengan armar su escenario, para mi están muertos.
- No quisimos ponerte en peligro. Té buscamos, pero.
-No quiero oír lo mismo dos veces, ahora largo, yo no hablo con fantasmas.
