-Solo mátenla- Sanzu tenia el cigarrillo en sus labios junto a sus guantes negros y ese traje apretado del mismo color junto a su chaqueta, como todo líder de la mafia que es.
Rindo y Ran le hicieron caso matando a la chica que había intentado tocar a Sanzu.
-Jefe- Sanzu giro su cabeza cuando Kakucho hablo- es __.
-¿Que paso?.
-Tienes dos llamadas perdida de ella- Sanzu trago saliva, el podía ser el líder de una mafia, el mas temido de Japón, pero te tenia miedo, no solo el, su equipo igual.
Verte enojada y con un cuchillo en la mano no algo que todos quieran experimentar.
-Linda.
-No me digas linda- la bulla hacia que Sanzu frunciera sus cejas- Tu café esta listo desde hace dos horas, ¿Dónde mierda estas?.
-Trabajando.
-Si trabajar es andar matando a personas solo porque te miraron será mejor que vengas en dos segundos antes de que te patee el trasero.
-Pero __.
-Tienes dos minutos- Sanzu sudo, estaba a tres horas de el café en donde trabajabas.
-Ran y Rindo encargasen, traigan el helicóptero aterrizaremos en la azotea del café.
Sanzu limpio la sangre, acomodo su cabello, incluso lavo sus dientes, cambio sus guantes y puso perfume en toda su ropa.
No le tardo mas de 30 minutos, tu le estabas sonriendo a un cliente que había llegado, alguien tal vez de tu edad, Sanzu camino con el arma en su mano para luego apuntarle en la espalda de manera disimulada.
La gente empezó a temblar a penas lo vieron y mucha gente quiso llamar a la policía pero incluso la policía no podía meterse con ellos, ya habían perdido muchos.
-¿Quieres que te borre esa sonrisa?, es mía.
-Sanzu- el te miro- Llegaste 28 minutos tarde, solo tenias dos malditos minutos- Sanzu dejo al chico para luego tocar tus manos pero recibió un golpe- No me toques, lárgate adentro- le entregaste el café frio y el lo agarro- estaré ahí en unos minutos.
-¿Seguirás coqueteando frente a mi?.
-Si te arranco los ojos no podrás ver, ¿verdad?- el chico se burlo de Sanzu- entra, ya voy.
Sanzu golpeo el brazo del chico y se fue de mala gana, la gente grabo todo y tal vez lo usarían como ventaja para que Sanzu se rindiera.
-Puedes ir, le vi sangre en la mejilla- hablo una de tus compañeras.
-Vuelvo en una hora.- Caminaste hacia la habitación de descanso, Sanzu saco su chaqueta quedando solo en la camisa blanca de mangas largas que le apretaba el cuerpo, te recostaste en la pared mirando su cuerpo.
Miraste su mejilla, definitivamente era una herida, sacaste el botiquín y te acercaste, Sanzu empezó a tomar su café- Esta malo.
-Es porque esta frio.- lo dejo a un lado y luego agarro una menta para empezar a saborearla.
Empezaste a curar su herida, no era de cuchillo, esto era una aruñada, por curiosidad tocaste su espalda pero no había ninguna herida ya que el se hubiese quejado- ¿Una chica, no?.
-Me aruño.
-Lose- Sanzu te miro de reojo encontrándote mirando el embace de algodón- Sabes que me gustas tu, desde que éramos pequeños.
-Lose.
-¿Entonces por que desconfías?- Sanzu toco tu mano.
-No lo hago- El te sentó en sus piernas, quedaste demasiada pequeña cuando estuviste sentada en el.
