Caminabas más rápido que el chico que venía siguiéndote, corriste y te tiraste en la primera tienda que viste, agarraste aire y empezaste a respirar con dificultad alarmando a toda la gente quienes se acercaban a ver si estabas bien.
Pero no lo estabas.
Hace un año que empezó todo esto, primero fue como un admirador secreto, flores, regalos, cartas lindas, realmente no le tomaste importancia ya que tu trabajo requería mucha atención y estabas apunto de entregar el proyecto final que te daría un ascenso.
Pero después fue pasando de lindo y tierno a portarse como un pervertido regalándote cajas de condones de su tamaño, lencería y un montón de vibradores de todos los coleres y tamaños con notas diciendo lo bien que se verían en ti, lo tomaste como una broma de mal gusto de algún compañero, pero luego empezó a volverse tenebroso, mensajes en donde te mandaba fotos tuyas desnuda, con ropa, saliendo de trabajo, café, incluso dormida.
Para este punto tenías miedo, pero solo estabas a días de terminarlo y después de eso lo denunciarías, claramente dejaste pasar meses desde que se volvió así, pero joder, estabas sin dinero y realmente desesperada.
- ¡TERMINE! - Gritaste elogiando tu trabajo, tu celular sonó.
":) Sera un increíble trabajo, te darán tu asenso ¿no quieres festejar con una buena ronda de sexo".
Sabias que se llamaba "Akaashi" o eso era lo que él mandaba en los atentamente "Déjame en paz"
Caminaste hacia la cocina "Siempre llevas la misma rutina, tomas jugo y te acuestas en la cama, rozas tus piernas mientras miras el celular, ¿segura que no quieres una ronda de sexo?, te mande el tamaño de mi pene en esos condones y en el vibrador celeste"
Miraste a los lados "Realmente quiero follarte" otro mensaje sonó, simplemente lo ignoraste y te acostaste a dormir, a pesar de que tenías miedo sabias que él nunca te mataría, de lo contrario ya te hubiera mandado fotos tuyas con un cuchillo encima, pero lo único que hacía era tocarte para luego decirte que odiaba que tu sueño fuera tan pesado.
Al despertar corriste hacia tu trabajo, logrando lo que querías incluso con un sueldo más alto, lo primero que recibiste fue un mensaje de él diciendo que sabía que lo lograrías.
No era malo en ciertas ocasiones, comenzaste a escribirle "Nuestro jueguito acabo, iré a la policía".
Él no tenía miedo, dijo que fueras así lo atrapaban y podías saber quién era el, al llegar te topaste con un chico de cabello rosa, ojos azules intensos, pero a la vez bajos, te acercaste y él se sentó en su oficina- ¿usted es el que atiende esos cyber acosos? - el te sonrió y asintió.
Era muy lindo- ¿qué quieres denunciar?
-De hecho, debería haberlo hecho antes, pero estuve ocupada- sacaste tu celular- por más que lo bloquee siempre me vuelve a escribir- el agarro tu celular rozando tu mano, sentiste un ligero cosquilleo y el seguía mirándote con una sonrisa.
-Oh ya veo- cambio su semblante a alguien serio- ¿no es algún ex? - negaste- ¿amigo?, ¿rechazaste a alguien?
-No- miraste su placa- Oficial ¿Haru..
-Dime Sanzu.
-Oficial Sanzu- el nombrado tenso sus piernas al escucharte llamarlo por su nombre- ¿podría mandar una patrulla?
-Para estos casos nunca mandan- él te devolvió el celular- me toca pasar mala noche y estar pendiente en tu casa.
-Lo siento mucho.
-No te preocupes es mi trabajo, dame tu dirección- le anotaste en un papel tu dirección- primero debo ir a inspeccionar tu casa por la parte de afuera, sin embargo, al parecer también entra, ¿tienes ventanas abiertas?
