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-Sanzu, ¡Para!- El de cabello rosa embestía con fuerza, tenia lagrimas en los ojos por el dolor anterior y tal vez por placer- Ahg...¡Ya para!.
-Aun no- El agarro mis dos brazos para luego levantarme, mi espalda choco con su pecho, una de sus manos agarro mi pecho y la otra fue hacia mi miembro- Debo dejarte embarazado.
Volvio a tirarme, apreté las sabanas- ¡Es muy rápido!.
Maldito loco.
No hace mucho fue atrapado por Boten, un grupo de Alfas, aunque me escondí demasiado bien, solo fui a comprar algo y me atraparon.
Uno de los últimos omegas que quedaba en este mundo.
Hace ya mas de treinta años los omegas empezaron a desaparecer por culpa de los alfas, al principio eran tratados como reyes, pero luego se convirtieron en una maquina de hacer bebés, mi madre falleció a causa de mi padre, una amiga de ellas me atrapo antes de que lo hiciera mi padre.
Un omega Dominante puede dar muchos hijos los cuales siempre serán dominantes, mi madre era una dominante al igual que mi padre, en mi familia era ya una costumbre, que el segundo Varón naciera Omega y el primero alfa, solo en las mujeres varia pero nunca habría un beta en nuestra familia ya que esa raza se extinguió luego de la mataran, tal vez habia un pueblo solo para ellos ya que los niños que nacían como betas eran asesinados.
Mi madre tuvo dos varones y una niña, yo fui el segundo hombre desgraciadamente por lo que mi madre antes de dar a luz le dijo a su amiga que me llevara lejos.
Ella encontró un lugar solo para Omegas, una monja me agarro antes de que la amiga de mi madre fuera asesinada por ser cómplice.
Se que mi padre era alguien poderoso, tanto así que me mando a buscar por cielo y mar, sin embargo nunca me encontró.
Mi celo fue algo molesto, doloroso, pero una curandera lo hacia leve, sin embargo nuestro pequeño escondite fue atacado por un grupo que mi hermano había mandado luego de la muerte de mi padre.
Para ese punto los alfas incluso estaban con su propia familia con tal de tener hijos.
Un poco logro escapar, de los miles que habíamos, solo decientas personas sobrevivieron y mas de eso cincuenta murieron por las trampas que habían dejado.
Se habia vuelto una caza de Omegas, nos creían animales.
Encontramos refugio en un supermercado, habían muchas cosas enlatadas y varias cosas que la mayoría no llegaba a su fecha de caducidad, luego de varios años sobreviviendo entre buscar comidas para el grupo muchos fueron agarrados.
