Sus embestidas eran rápidas, fuertes y dolorosas, ni siquiera me preguntaba si no me dolía, aunque claramente sabía que sí.
-Mierda...sigue apretándome así- escuche su gemido demasiado cerca de mi oreja, Hakkai agarro más fuerte mis caderas para volver a golpear lo más fuerte que pudo provocando temblores en mi cuerpo y un fuerte orgasmo.
No había pasado más de 30 minutos cuando salí de la piscina, las clases de natación eran de mañana y de tarde a las clases, Hakkai estaba conmigo, no antes, se inscribió cuando supo que estaba ahí.
- ¿Que pensara mi hermano al verte tan jodida por mí?, ni siquiera su polla se compara a la mía.
-Mierda- suspire y mis rodillas tocaron el suelo, mie vientre dolía y el cosquilleo de su semen saliendo de mi me hizo volver a gemir.
Ni siquiera supe su obsesión por mí, o tal vez sí.
Sabía que les gustaba a esos dos, incluso antes de saber que eran hermanos, Hakkai se encargó de coquetearme de una forma no tan romántica como lo hacía Taiju.
Aunque pensé que sería lo contrario, las apariencias engañan.
Aun así, ninguno de los dos me llamaba la atención, cuando supe que eran hermanos quise alejarme, pero de la noche a la mañana me volví una competencia para los dos, paso de ser "Quien la enamora primero" a "Quien se la queda primero".
Taiju era diferente a Hakkai, Romántico, atento, bastante empalagoso y suave al momento de hacer las cosas, lo contrario a su personalidad.
En cambio, Hakkai era, tosco, impulsivo, egocéntrico, supe que era diferente antes, pero después de que sucedió algo se volvió así, realmente me hubiera encantado ver su personalidad antigua.
Todo lo que una mujer no busca en un hombre, aparte de que este loco como yo, me gustaba el sexo con Hakkai, incluso a veces cuando se comportaba muy dominante impidiéndome hasta respirar.
Realmente me volvía loca, pero me gustaba la forma en que Taiju me trataba, como si fuera una muñeca frágil.
Sabía que estaba mal enamorarme de los dos, siendo hermanos y creando una competencia y lo deje en claro cuando los rechace, pero después de ese rechazo todo se salió de control.
-Deberías verte, estas tan jodida, por mí y solo por mi- Hakkai me levanto y me presiono contra la pared, me levanto sumamente fácil, ubico mis dos piernas a los extremos de su cuerpo y las mantuvo abiertas mientras me pedía que me sostuviera de su cuello- Bebé, casi es hora de entrar a tus clases, ¿crees que puedas caminar? - su miembro ingreso nuevamente, mis paredes volvieron abrirse, me agarre fuerte de él.
-Hakkai..- suplique cuando se quedó quieto.
- ¿Quieres que me mueva? - asentí, era una tortura solo sentirlo dentro mío, tan quieto, intente moverme, pero apretó mis muslos- Aun no te he dado una orden- el miro a los lados, observo las sillas en las que reposábamos cuando estábamos cansadas, incluso cuando solo queríamos dormir, él se acostó para inclinarla un poco y recostarse- Vamos, comienza a saltar sobre mi pene.
Trague saliva, me acomode y comencé a hacer un suave y baja bastante lento, realmente temblaba cuando lo ingresaba por completo, así que opte por meterlo solo hasta la mitad para llevar un ritmo más rápido pero el levanto sus caderas insertándolo por completo- Linda, cuando te sirven algo, debes comértelo todo, no puedes dejar la comida a medias.
-Es grande- susurre.
-Te gusta que sea grande- Asentí, el volvió a levantarse y apoyarme contra la pared- creo que te llevare a tu casa para que descanses, no quiero verte temblando en la clase, terminemos esto rápido.