Capítulo 34

1.2K 102 88
                                    

*Subo el capítulo por la tarde para que lo lean bien despiertas/os, no como el anterior jaja. De nada.*

***

No, I dont care about all them. 

'Cause all i want is to be loved and all i care about is yo.

'Cause all i want is to be loved and all i care about is yo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

34. I'll fight for us

Estaba tirada sobre el lodo, sin poder levantarse. Estaba completamente exhausta y sentía que si se levantaba moriría... Quería rendirse.

—¿Tan fácil te darás por vencida? —cuestionó su padre hace casi ocho años—. Creí que podrías con más.

Tenía diez años y debía enfrentarse a un colega de su padre, sin usar sus poderes. No pudo aguantar ni cinco minutos que había caído más de diez veces, incluso tenía una ceja partida.

Dijiste que no estaba mal saber cuando es momento de dar un paso al costado —replicó ella, intentando ponerse de pie.

—También te dije que nosotros luchamos hasta el último momento ¿abandonamos cuando todo se viene abajo? No, nos paramos y luchamos, Jessica. Hazlo, ponte de bien y pelea, lucha por lo tuyo y demuestra que serás la alfa que estás destinada a hacer.

Y lo hizo, se puso de pie y lo enfrentó. En el presente también se levantó y abandonó su asiento al ver las luciérnagas y después de que los recuerdos la invadieran. No sabía que estaba haciendo o a donde la llevaría sus pies, pero camino entre los asientos hasta llegar al conductor.

—Necesito bajar —dijo.

—Aun falta horas para llegar, si necesitas vomitar ve al baño y...

—Quiero bajar —repitió con un poco de desespero.

—No podemos hacerlo, señorita. Por favor, vuelva a tomar asiento y...

Dejó de escucharlo, pues no diría ninguna palabra que necesitaba escuchar. Sin embargo, no volvió a su lugar. Sin que nadie la viera, se agachó y posó su mano en el suelo. Al instante el autobús frenó tan bruscamente que su cabeza chocó contra algo, pensó que era un golpe sin importancia y la puerta se abrió.

—Muchas gracias —dijo antes de bajar con suma rapidez.

Caminó y las luciérnagas simplemente las rodearon y ella sintió como su corazón volvía a estar al descubierto y no había nadie que pudiera protegerlo. Los recuerdos que creía que se irían volvieron a estar presente esa noche y la hacía sentir bastante indefensa.

Serás la mejor de todas —habían dicho sus hermanas antes de una competencia—. Puedes con ellos.

Frotó su mano contra su pecho, sentía como sus pulmones ardían de una forma completamente insoportable.

𝓜𝓲𝓮𝓷𝓽𝓻𝓪𝓼 𝓛𝓪 𝓟𝓲𝓮𝓭𝓻𝓪 𝓢𝓲𝓰𝓪 𝓑𝓻𝓲𝓵𝓵𝓪𝓷𝓭𝓸 -Wyatt LykensenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora