Capítulo 59

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So I'm moving on, letting go, holding on to tomorrow

***

I see my future in your eyes


59

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59. the decision

Esa noche se había hecho mucho más larga de lo habitual. Los pensamientos lo atacaron como una lluvia de estrella. Ahora era él quien dudaba, quien pensaba, quien temía, quien regalaba la noche a un techo aburrido, esperando una respuesta que tal vez ya surcaba su mente, pero él no quería recibirla.

Intentaba dormir en su cama, aquella que en los últimos meses se había vuelto bastante cómoda... aunque eso era mérito de ella, porque esa noche aquella cama ya no era nada agradable. El espacio vacío a su lado se había robado el calor y la temperatura bajaba tras cada minuto, las sabanas estaban más apretadas que de lo común y las almohadas... ay, las almohadas gritaban mil y un cosas a la vez.

Abrazó la almohada, intentando callar sus gritos, intentando frenar las dudas, intentando convencerse de que no habría nada que hacer. Jessica tenía razón. Sus caminos se habían dividido, ellos lo habían dividido, y la única manera de unificarlos era dejando a un lado a uno de esos caminos. 

¿Por qué la vida se lo había hecho tan difícil a ellos? ¿Habían hecho algo mal y los estaba castigando? La historia de los Wolfmeyer estaba cargada de  lucha interminable, fuertes guerreros destinados a pelear, mientras que la de los Lykensen...

Cerró sus ojos con fuerzas, sin querer seguir pensando, pero no resultó. Escapó de su cama —Si alguno lo hubiera visto diría que realmente estaba mal, pues... Wyatt estaba abandonando su cama—, e intentó pensar en lo que fuera o, mejor dicho, en nada. Sin embargo, la luna no estaba de su parte, pues los pasillos tan solo aumentaban las fuertes dudas, pero, así como el conocía a su novia de pies a cabeza, ella también lo hacía.

Camino hasta la mesada de la cocina y allí encontró un termo con agua caliente, una taza con unas hierbas y una pequeña nota.

Nunca quise herirte y mucho menos meterte en una encrucijada.

No hay nada que pensar, Wyatt.

Duerme bien que entre los dos siempre fuiste el mejor y quiero que siga así.

Y no sé si son pesadillas, dudas o ambas, pero un gran alfa me dijo

que ayuda pensar en cosas buenas.

-J.

Pero esa nota no ayudó mucho que digamos, pues no podía dejar de decirse que era una idiota. Su novia tenía grandes conocimientos de té para ayudar a dormir tranquila en la noche, tenía a su padrino capaz de eliminar sus pesadillas, pero, aun así, decidió afrontarlas, sufrirlas, y sólo porque se sentía culpable. Soportó los malos sueños porque creyó que era un monstruo que merecía pagar la condena, cuando nunca fue así. Soportó todo incluso cuando unos azulados podían poner freno a todo eso diciendo la verdad... Si A-lan hubiese hablado, si no hubiese dejado una herida al aire libre por tanto tiempo, Jessica no sentiría tanto rencor y dolor. Pero las cosas no valen por los hubieran, valían por los hechos, y A-lan había machacado toda la confianza que Jessica pudo darle y los alienígenas pisaron el corazón sensible de Jessica. Wolfmeyer estaba a la deriva con un sangrado a la vista, lo más sano era alejarse y curar la herida, no ver el cuchillo que la hirió... pero aun así Wyatt le pidió que lo intentasen, le pidió que se quedara, que mirara el arma que provocó la caída de su gente... Se sentía un grandísimo idiota por ello.

𝓜𝓲𝓮𝓷𝓽𝓻𝓪𝓼 𝓛𝓪 𝓟𝓲𝓮𝓭𝓻𝓪 𝓢𝓲𝓰𝓪 𝓑𝓻𝓲𝓵𝓵𝓪𝓷𝓭𝓸 -Wyatt LykensenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora