Capítulo 35: La verdad de Jessica Wolfmeyer

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Antes de empezar, me gustaría aclarar que cuando aparezca esta letra (la inclinada xd) es lo que Jessica cuenta de su pasado a los chicos, desde acciones hasta pensamientos. Supongo que se darán cuenta al llegar, pero por las dudas aclaro. 

-Prepárense un matecito, té o lo que sea, porque éste capítulo está medio largo-

***

How could a heart like yours ever love a heart like mine?

How could a heart like yours ever love a heart like mine?

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35. That's my history.

Jessica Elizabeth Wolfmeyer.

Sentía las miradas de todos sobre mí y eso no ayudaba nada a que mis nervios se calmaran. Había pasado meses escondiéndolo todo, porque merecía cargarlo sola, porque nadie debía ayudarme y ahí estaba.

Zed pasó una manta por mis hombros y Wynter me entregó un chocolate caliente. Aunque ellos creían que eran sutiles, podía escuchar como los hermanos peleaban en otra habitación... aun no lograban entender que como alfa tenía el oído más desarrollado que los demás. Ween peinaba a la muñeca que Zed le había regalado mientras me contaba como venció en carreras a Will, pero no podía escucharla, mi atención estaba centrada en los Lykensen. Willa no confiaba en que diría la verdad, Wyatt insistía —en un tono no muy agradable— en que dejara de ser orgullosa.

—Puedo hacer que pierdo el control y darte tiempo de escapar —susurró Zed.

—Y yo tengo identificaciones falsas, si quieres. Las hice esas primeras semanas que estuviste aquí —añadió Wynter y no pude evitar sonreír. Era una exagerada, tampoco era tan intimidante.

—Y yo puedo atacar a Bucky, por las dudas —agregó Ween y eso me hizo confirmar que no quería escapar.

—No hace falta. —Sacudí su cabello y me senté en la cama de Wyatt. Dormir ahí era bastante cómodo y reconfortante, así que esperaba que eso ayudara a que mi corazón no explotara.

Y, entonces, los hermanos entraron a la habitación. Ella, como era de esperarse, no estaba contenta. Él intentaba encontrar mis ojos, pero yo no quería verlos aún. En mi defensa, era raro que alguien me viera derrumbarme con tanta facilidad y lo había visto todo, puede que eso aún me avergüenzo.

De repente, Wynter tapó los ojos de la pequeña Ween y también cerró los suyos. No entendí porque hizo eso hasta que levanté la mirada. Wyatt se había quitado aquella camiseta mientras buscaba una seca. No puedo controlar mis ojos, los cuales recorren de arriba abajo, centrándose más que nada en su abdomen marcado. No lo entiendo, Wyatt a vecen si existe por las mañanas y está más bue... tiene un físico envidiable.

Al darse cuenta que básicamente lo estaba devorando con la mirada, me sonrió y guiñó. Bueno, al menos ese gesto me hizo olvidar por un segundo la tensión de la situación.

𝓜𝓲𝓮𝓷𝓽𝓻𝓪𝓼 𝓛𝓪 𝓟𝓲𝓮𝓭𝓻𝓪 𝓢𝓲𝓰𝓪 𝓑𝓻𝓲𝓵𝓵𝓪𝓷𝓭𝓸 -Wyatt LykensenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora