𝑨𝒏𝒅 𝑰 𝒘𝒂𝒏𝒏𝒂 𝒌𝒊𝒔𝒔 𝒚𝒐𝒖, 𝒎𝒂𝒌𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒇𝒆𝒆𝒍 𝒂𝒍𝒓𝒊𝒈𝒉𝒕
𝑰'𝒎 𝒋𝒖𝒔𝒕 𝒔𝒐 𝒕𝒊𝒓𝒆𝒅 𝒕𝒐 𝒔𝒉𝒂𝒓𝒆 𝒎𝒚 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕𝒔
Los lobos en Seabrook viven bajo el lema "Lobos unidos", pero ¿Seguirá en pie cuando una extraña loba apa...
*Preparen una merienda rica que se nos viene un capítulo larguito.
Es la quinta vez que batallo con este capítulo, así que si pueden dejar una señal de que estuvieron aquí, se los agradecería.*
We all are living in a dream
But life ain't what itseems
Oh, everything's a mess
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50. You never lost control
Ellos iban riendo ante la manera exagerada con la que Wynter narraba lo nerviosa que estaba Jessica. Sin embargo, frenaron en seco al sentir que algo raro pasaba.
—¿Qué tenemos aquí?...
La seriedad cubrió los rostros de aquellos tres lobos al ver al presidente estudiantil atrapado en un pequeño y extraño bucle. Aunque, realmente, no les importó mucho el extraño actuar de Bucky, pues... era Bucky. Lo que llamó su atención fue el objeto que tenía en manos. Un lente luma.
—Wynter.
Wyatt no tuvo que decir nada más, Wynter lo entendió a la perfección. Se tronó los huesos de la nuca y empezó a correr con velocidad.
—No podemos molestar a Jessica aún, llamaré a Eliza —dijo Willa cuando Wynter tacleó a Bucky.
Mientras el presentador anunciaba la participación de algunos equipos, Wyatt tomó el objeto de los extraterrestres y lo miró con curiosidad. Algo dentro de él quería destruirlo, pues sabía que esto tendría muchas verdades que ellos necesitaban... y por esta misma razón quería inspeccionar cada detalle de él.
—¡Suéltame, perro rabioso! —exigió Bucky, sacudiéndose debajo de Wynter.
—¿De dónde lo sacaste? ¿Eres un traidor? Te aseguro que te arrepentirás toda tu vida sí...
—Wynter, vamos —dijo Wyatt antes de salir corriendo junto a su hermana en busca del robot Eliza. Y, claramente, Bucky fue detrás de ellos.
Se ubicaron en un pequeño rincón con aquel robot de una manera veloz. Nadie que pasaba por allí se atrevía a preguntar qué era lo que sucedía, los rostros de los hermanos revelaban que no tenían ánimos para nadie.
Conectaron unos aparatos que Eliza indicó en el lente y dejaron que ella se encargara del resto, pues allí era la que podría saber que sucedía.
—Y recuerden, esta invaluable cosa es mía —chilló Bucky, los lobos hicieron lo imposible para ignorarlo—. Dime lo que es ¡Ahora, ahora, ahora!
