Capítulo 51

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*Bueeno, no me fue bien en un examen importante, así dejen amor  a través de votos y nadie saldrá herido (Broma, broma)*

*Por cierto, en multimedia tendrán una linea de tiempo por si quieren saber el lapso de tiempo que se transcurrió desde el ataque*

***

Somewhere in the haze 

got a sense i've been betrayed 

got a sense i've been betrayed 

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51. Fuck the control

Fue como si su corazón frenara de repente, la sangre dejara de circular por sus venas y perdiera la noción de lo que creía, como si alguien hubiera reescrito su historia en un solo segundo.

Su padrino ya había dicho aquella frase varias veces, pero siempre había una duda dolorosa en su voz. Ahora... ahora había tanta determinación que le asustó.

—¿Qué? —fue lo único que salió de sus labios.

—Lo que dije, nunca has perdido el maldito control.

Ella retrocedió unos pasos, sintiendo como miedos, dudas, olvidos tomaban forma de una gran bola que corría por su cuerpo y se instalaba en su garganta. Acarició la unión de su cuello y clavícula, reteniendo allí ahorcadas producto de los nervios.

—¡Agua! —pidió el Lykensen, sosteniéndola de la cintura para amortiguar cualquier caída posible. Sin que ella pudiera reaccionar, posó sobre los labios de Jessica una botella de agua.

Sin embargo, la bola molesta e irritable no se alejaba. Estaba allí, haciéndose cada vez más grande, preparándose para poder explotar y terminar con ella.

—No...

No era posible, todos los indicios, las pistas, los recuerdos y acusaciones llevaban a un camino donde ella era la villana, la culpable de todo. No podía existir otra razón y lo había aceptado. Había aceptado vivir con la maldita culpa.

—No es posible...

Ella había bajado la guardia, había dejado solas a sus hermanas que querían descubrir un animal misterioso y luego ella se perdió a sí misma.

—Simplemente, perdí el control y ya...

Ella había atacado primero a Matthew, causándole una herida grave en la pierna. Él seguro tenía una enorme cicatriz de la cual no recordaría nada, pero ella había sido la culpable. Ella lo atacó sin razón, ella tenía la culpa...

—No hay otra lógica... ¿Verdad?

Pero ni siquiera podía escuchar las palabras de aliento de su novio, no podía ni siquiera prestarle atención cuando siempre lo hizo. Todo el pasado, el presente y el futuro la azotaban con látigos de espinas, dejándola sin aire.

𝓜𝓲𝓮𝓷𝓽𝓻𝓪𝓼 𝓛𝓪 𝓟𝓲𝓮𝓭𝓻𝓪 𝓢𝓲𝓰𝓪 𝓑𝓻𝓲𝓵𝓵𝓪𝓷𝓭𝓸 -Wyatt LykensenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora