𝑨𝒏𝒅 𝑰 𝒘𝒂𝒏𝒏𝒂 𝒌𝒊𝒔𝒔 𝒚𝒐𝒖, 𝒎𝒂𝒌𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒇𝒆𝒆𝒍 𝒂𝒍𝒓𝒊𝒈𝒉𝒕
𝑰'𝒎 𝒋𝒖𝒔𝒕 𝒔𝒐 𝒕𝒊𝒓𝒆𝒅 𝒕𝒐 𝒔𝒉𝒂𝒓𝒆 𝒎𝒚 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕𝒔
Los lobos en Seabrook viven bajo el lema "Lobos unidos", pero ¿Seguirá en pie cuando una extraña loba apa...
Se está volviendo un poco repetitivo este mensaje, pero en los comentarios estará la traducción... En está ocasión es solo porque está canción me divierte y creo que es el primer dueto de Jessica sin contar a su padrino.
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"Now that's a deal that seems worth taking"
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24. New cheerleader?
La intensa llovizna cubría al bosque en toda su extensión, la brisa que corría era bastante fresca, el sol estaba escondido tras las nubes grises, el ambiente emanaba un intenso olor a pasto y tierra mojada... Era el mejor clima para quedarse en casa un sábado por mañana, tomando un buen café o un chocolate caliente, aferrándose al intenso calor que transmite el cariño de la gente que te rodea.
Sin embargo, era sabido que nuestra protagonista no haría eso y mucho menos su versión miniatura.
—Piensa bien tus golpes, Ween —dijo cuándo la pequeña cayó en el barro al intentar dar una patada.
—¡Eso hago! —gritó levantándose del suelo. No tardó mucho en abalanzarse contra su rival de nuevo.
—Si lo hicieras... —Hizo una pausa al ver a Ween en el piso otra vez—... no pasaría eso.
—¡Pues él es un payaso de circo! ¡Es injusto! —reprochó, golpeando el suelo.
¿Qué? ¿Acaso pensaron que Ween se enfrentaba a Jessica?
Jessica podía querer mucho a esa niña, pero había costumbres que ella no podía perder. En su antigua manada, ella misma tuvo que esperar casi trece años para luchar con su entrenador, puesto que siempre le decía que no estaba lista. Siempre creyó que era una excusa, pero al estar en su lugar, entendía completamente aquellas palabras.
—Pues este payaso te cuidó toda la noche mientras dormías como perezoso en el baile —replicó el niño—. Y también soy el único que no está cubierto de lod...
Ween, aun en el suelo, dio un pequeño giro, haciendo él perdiera el control y cayera al suelo.
—Primera regla de combate o cacería, no importa lo que pase, nunca te distraigas, Will —recordó, ofreciéndole su mano—. Es tan importante como la de nunca subestimar a su rival —añadió, mirando fijo a Ween, quien miraba muy disimuladamente una hormiga en el suelo.
Will era un niño de nueve años que siempre estaba presente en las clases de Jessica, pero pasaba inadvertido. Sin embargo, ese día la mayoría de los niños habían decidido quedarse a dormir, pero él tuvo la mala suerte de ser arrastrado por Ween. Claro que la pequeña no sabía que sería un enfrentamiento donde el equilibrio era la pieza fundamental, porque, de lo contrario, no hubiera arrastrado consigo a alguien que practicaba gimnasia artística desde los cinco.
