Capítulo 53

962 63 130
                                    

*Se viene un capítulo intenso, bueno, lo sigs. también lo serán... Así que estaría encantada si en el transcurso comentan lo que van sintiendo✨*


I'm fired up and tired of the way

 that things have been

 that things have been

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


53. Conflicts between alphas? One solution.

No se permitió estar derrumbada más de una hora, lloró tal vez menos de cincuenta minutos. Descargó todo el posible en ese escaso tiempo y luego respiró profundo. Le pidió un poco de agua a su novio, pero no porque estuviera deshidratada, sino para tantear el terreno de allá afuera. Cuando luego de diez minutos él no volvió, ella se levantó de la cama, se posó frente al espejo y, aun con las manos temblando de dolor —y no sólo dolor físico—, arregló el desastre que había dejado ver a todos.

Se quitó ese uniforme de animadoras, se puso ropa mucho más cómoda, pero no precisamente para dormir; amarró su pelo en una trenza rápida, pero bien ajustada, se quitó los retajos de venda que había quedado de aquella confrontación y se cubrió uno que otro punto débil que podía llegar a verse. Por último, se puso su típica campera negra de cuero, escondiendo las vendas nuevas de sus brazos.

Inhaló profundo antes de cruzar por la puerta, pues era hora de enfrentar las consecuencias de su acción.

—Ni te atrevas, Willa —lo escuchó hablar a su novio desde la habitación de su hermana, a ella le faltaban más de diez habitaciones para llegar ahí—. No hablaremos de eso ahora.

—Wyatt, no te estoy preguntando.

—Yo tampoco —replicó—. No está en condiciones de hablar y no lo haremos. Ni tú, ni yo, ni ella, ni los tres juntos. Hoy no.

—Que irónico que hace meses rogabas para que tuviéramos una maldita conversación para decidir qué hacer, pero hoy te niegas —apuntó ella.

—Primero que nada, quería una maldita charla porque querías tomar una decisión que nos concernía a ambos. Porque si mal no recuerdas, teníamos la vida de una loba en peligro, loba que tu traicionaste al tirarle un pedazo de plata —recordó él en un murmullo, cargado de bronca.

—¡Pues tal vez ahora tenemos la vida de ellos en nuestras manos!

—¡Me importa una mierda! —replicó él, aunque en el fondo no era tan así—. No son mi manada.

—¡No son tu novia, querrás decir! —Al escuchar aquello, Jessica apuró su paso. No podía permitir que los hermanos pelearan en ese momento—. Si cualquiera de nuestros lobos estaría en su lugar, no estarías así.

—Claro, Willa. Apúntame con el dedo y sácate la culpa —él rodó los ojos—. Me preocupé por ella como preocupé con cada uno de los lobos... por eso nunca ataqué con plata a nadie.

𝓜𝓲𝓮𝓷𝓽𝓻𝓪𝓼 𝓛𝓪 𝓟𝓲𝓮𝓭𝓻𝓪 𝓢𝓲𝓰𝓪 𝓑𝓻𝓲𝓵𝓵𝓪𝓷𝓭𝓸 -Wyatt LykensenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora