8. Bestias de la noche

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He's the alpha, He's the leader, he's the one to trust.

He's the alpha, He's the leader, he's the one to trust

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8. Beasts of the night

Ingresó a la fiesta más tarde que el resto, pues se había quedado afuera intentando controlar sus sentidos. Cuando se mezcló entre la multitud, seguía con los tapones en sus oídos, pero por un momento deseó tenerlos en su nariz.

Vainilla, refrescos, optimismo sobrehumano, comida chatarra y...¿Olor a muerto?...Creo que mi sentidos se arruinaron.

Sabía que en esa fiesta había humanos, por lo que hizo un triple esfuerzo en mantenerse serena. Observó a todos, era una fiesta estéticamente agradable y con buena música. Sin embargo, Jessica incrédulamente creyó que era una fiesta de disfraces, puesto que había cada estilo peculiar.

Al llegar junto a Wynter, se quitó uno de los tapones e hizo un esfuerzo sobrehumano para concentrarse solamente en su voz.

—¿Segura que quieres estar aquí? —preguntó Wynter.

—Por décima quinta vez, sí. Ya deja de preocuparte, en unos minutos me acostumbraré.

Claro que Wynter no planeaba hacerlo, pues siguió insistiendo un poco más. Sin embargo, al cabo de unos minutos, se desvió del tema y empezó a parlotear sobre diversos temas. Jessica escuchaba atenta cada anécdota que contaba, contestando con expresiones faciales y monosílabos, hasta que unas voces se llevaron su atención.

—¿Estás listo para dar batalla? —preguntó una voz tranquila, pero nerviosa a la vez.

—¿Pelea? No sé de qué hablas, Eliza.

Lo buscó con la mirada y no fue difícil encontrarlo. Estaba frente a ella, a unos cuantos metros, con una chica bastante linda que, a juzgar por su vestimenta, Jessica supuso que estaba disfrazada. Al ver la sonrisa nerviosa de Wyatt, quiso tirarle con su zapato por no saber mentir bien.

Vamos, no hace falta que me mientas. Los escuché hablando con Wynter mientras se compraban un helado.

«Me-ti-che» dijo Jessica en sus pensamientos.

—Es cosa de nosotros, Eliza —la miró con pena y Jessica volteó los ojos—. No puedo contarte mucho más.

Se alegró que no dijera nada. No necesitaba más gente que estuviera en su contra.

—No pedí que lo hagas, tranquilo. —Le sonrió amigable, poniendo un brazo en su hombro—. Pero estuve investigando algunas técnicas que pueden ayudarte. Una buena técnica siempre puede vencer a la fuerza.

—A decir verdad, sería interesante, Eliza. Sin embargo, no acordamos que tipo de combate será, así que no tengo mucho tiempo de pensar en estrategias.

—Tú tranquilo, ahora te comparto este pequeño archivo de técnicas sencillas y efectivas de distintos tipos de combate. Lo armé anoche.

—Wow, es increíble —dijo, emocionado—. Gracias.

𝓜𝓲𝓮𝓷𝓽𝓻𝓪𝓼 𝓛𝓪 𝓟𝓲𝓮𝓭𝓻𝓪 𝓢𝓲𝓰𝓪 𝓑𝓻𝓲𝓵𝓵𝓪𝓷𝓭𝓸 -Wyatt LykensenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora