𝑨𝒏𝒅 𝑰 𝒘𝒂𝒏𝒏𝒂 𝒌𝒊𝒔𝒔 𝒚𝒐𝒖, 𝒎𝒂𝒌𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒇𝒆𝒆𝒍 𝒂𝒍𝒓𝒊𝒈𝒉𝒕
𝑰'𝒎 𝒋𝒖𝒔𝒕 𝒔𝒐 𝒕𝒊𝒓𝒆𝒅 𝒕𝒐 𝒔𝒉𝒂𝒓𝒆 𝒎𝒚 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕𝒔
Los lobos en Seabrook viven bajo el lema "Lobos unidos", pero ¿Seguirá en pie cuando una extraña loba apa...
You were bigger than the whole sky You were more than just a short time And I've got a lot to pine about I've got a lot to live without
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56.2. but i'm so tired
*Tercer día*
Don Lykensen miraba a todos sin mostrar una sola emoción, pero por dentro sí que estaba preocupado. Le dolía un poco el estado de la chica que se encontraba en la cama ¿Cómo no hacerlo? Para él era una gran chica que merecía comerse el mundo entero, una gran alfa que merecía un final feliz. Pero sabía que los grandes alfas tenían solo finales y, en la mitad de las veces, no eran muy positivos que digamos. Para muchos y los más inteligente, si esa niña se iba, lo haría como una heroína; para otros ignorantes, se iba a ir pagando por su impulso y pérdida de control, pero ¿Qué importaba el resto? ¿Cuál sería la percepción de esa niña? Una horrible, una en donde perdía la vida por salvar a quienes condenaron a su manada.
La observó por horas, vio como el pigmento de su piel se iba perdiendo, sus labios se tornaban morados, hematomas aparecían casi de manera imperceptible y su collar mostraba una luz verde de vez en cuando, pero el color aumentaba de intensidad con el paso de tiempo.
Sabía que mientras más horas pasaran, si esa familia no se atrevía en pensar en el dolor de ella y solo querían extender la agonía, esa chica se iría de este mundo con mucho más sufrimiento.
—Si no despierta antes de la aparición del sol del cuarto día...—Hizo una pausa cuando todas las miradas cayeron en él—. Deben dejarla ir.
—¿A qué te refieres? —preguntó Nicolás—. Dijiste que está es su pelea y que...
—Es una chica fuerte e increíble, pero si no logra ganar antes de que salga el sol de mañana, es porque tal vez no quiere ganar.
—¿Qué dices? Es Jessica, luchó tanto para vivir y seguir aquí que...—La voz de Wyatt fue interrumpida.
—Ha luchado mucho, Wyatt.
—Pero es Jessica —repitió Willa con voz más aguda de lo normal—. Fue criada para los pelear y...
—Y tal vez ya no quiera hacerlo.
Los hermanos se miraron. Ambos tenían los ojos rojos y completamente empapados. Por dentro, la culpa los quemaba por dentro. Pensaban en cómo podrían haber estado las cosas si tan solo la hubiesen escuchado.
—Jessica es fuerte, lo ha sido toda su vida, y...—señaló Wynter—. Puede vencer lo que sea. Si alguien puede con todo esto, es ella.
—Claro que podría, pero, entonces, ¿Por qué aun no lo hizo?
—Yo... tal vez... Nicolás, dile que lo que insinúa es imposible, dile que Jessica no se rendirá. Dile algo, por favor.
Pero Nicolás tenía la mirada perdida en Jessica, reteniendo miles de lágrimas que rogaban por ser liberadas. Negó con la cabeza, porque sabía lo cansada que ella estaba, lo sabía perfectamente. Había vuelto a ese pueblo sólo porque notó el estado de su ahijada, había vuelto que podría ayudarla a cargar un poco de peso, pero ella negó cualquier ayuda.
