Capítulo 54. Parte 2

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 My feet are aching

And your back is pretty tired

And your back is pretty tired

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54.2. Exhale, you can't take this.

Caminó en medio de la calle, ignorando las miradas de todos sin dificultad alguna. Después de todo, no era algo difícil para ella, lo había hecho por mucho tiempo y podía aguantar un poco más. Se acercó a los lobos, quienes estaban a punto de subir la piedra a la camioneta de Bonzo.

—Por favor, no te atrevas a fallar —le susurró a la piedra.

La manada empezó a trabajar junta para levantarla, pero ella no quiso participar de eso. Así que se alejó y caminó hasta quedar debajo de la nave espacial. Todos la miraban y, claramente, ningún no lobo confiaba en ella, pero no le prestó atención a ninguno y se sentó junto a su padrino, quien la esperaba con un enorme vaso de café.

—Ven, disfrutemos del sufrimiento ajeno juntos —dijo antes de pasar un brazo por sus hombros—. Son bastante exagerados, actúan como si alguien hubiera muerto.

—Es Seabrook, así son —se encogió de hombros, dando un sorbo al café.

—No encajas aquí —dijo él, mirando a los ciudadanos—. Pero me di cuenta tarde, lo siento.

—No tienes por qué disculparte, padrino. Gracias a ti conseguí recargar mis energías, gané una cadena y... —miró al bosque—. Me regalaste grandes momentos con esa manada.

Nicolás no supo sonreír. Tenerla ahí era grande, pero ahora podía ver que esa ciudad no la merecía, que ella nunca terminaría de conectar con los de allí, sobre todo, después de la noche anterior. Sabía que estar con Wyatt la haría sonreír, pero Seabrook... Seabrook no le haría para nada feliz.

—No —dijo con ese tono de voz que daba miedo a cualquiera, por lo que Jessica supo que no le hablaba a ella. Despegó la mirada del bosque y vio como Addison había intentado acercarse, pero Nicolás se lo había impedido—. No hablamos con extraterrestres... ni humanos con ascendencia extraterritorial.

Jessica rio y tan solo apoyó su cabeza en el hombro de su padrino, observando como Addison caminaba hacia los alienígenas con la cabeza gacha.

—El reactor se averió, hay un 8.4% de probabilidad que falte energía irnos —la escuchó decir a A-li.

Claramente, Jessica no había permitido que nadie se enterara de los planes de la manada... y, obviamente, no fue para extender la agonía y ansiedad, por supuesto que no.

—Esperar sería peor, debemos intentarlo —dijo A-lan, tanto padrino como ahijada rodaron sus ojos.

—De acuerdo —dijo Addison, justo cuando los animadores llegaron a su lado.

—Piensa en mí cuando los uses —pidió Bree con las lágrimas en sus ojos, entregándole sus pompones—. Ellos deben estar aterrados, no yo.

—Te extrañaré, pequeña —admitió Addison.

𝓜𝓲𝓮𝓷𝓽𝓻𝓪𝓼 𝓛𝓪 𝓟𝓲𝓮𝓭𝓻𝓪 𝓢𝓲𝓰𝓪 𝓑𝓻𝓲𝓵𝓵𝓪𝓷𝓭𝓸 -Wyatt LykensenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora