hijos

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El humo se extendió por el piso 16, pronto una piedra color lila callo al piso, un minotauro había sido aniquilado por el filo de una daga color negro.

La mirada del "asesino" estaba calmada, los ojos color carmesí miraban seriamente el piso donde la piedra había caído.

- el nivel cuatro es fascinante...

Mirando sus manos Bell entendió su propio poder, el derrotar a la familia Apolo le había dado su aumento de nivel, antes, con el nivel dos podía pelear con los minotauros sin problema alguno, pero ahora, con el cuarto nivel los minotauros eran como goblins para el.

Bell recogió las piedras que estaban regadas a su alrededor, está vez el bajo solo pues quería poner a prueba su nueva fuerza.

- supongo que esto es suficiente por hoy.

Cerrando la bolsa hecha de cuero que estaba repleta de piedras de monstruos, Bell decidió ir a la superficie, amarrando la bolsa en su cintura el albino empezó a caminar, en el camino muchos aventureros lo saludaban pues después de su palea con la familia Apolo Bell se hizo conocido y respetado por casi todos.

Claro, había personas, elfos y seres de otras razas que lo envidiaban por su rápido crecimiento, afortunadamente ninguno de estos seres eran mayor al nivel que Bell poseía.

Actualmente el albino estaba en el poder estándar de los aventureros de orario, los niveles cuatro, cinco, seis y finalmente siete eran pertenecientes a la familia Loki y freya, así que Bell no se tenía que preparar salvó que molestara a esas familias.

Caminado calmadamente Bell logro salir de la mazmorra, en el camino acabo con la vida de múltiples monstruos más dejo sus piedras regadas en el piso pues ya no tenía espacio en su bolsa.

La armadura color plata con línea rojas brillo al reflejar la luz que provocaba el sol situado en lo más alto del cielo color azul.

Este día había comenzado demaciado bien para Bell y el estaba feliz de eso, ahora el llevaba una buena suma de dinero en piedras de monstruos, ¿Quizás podría invitar a su familia a comer algo?, Eso era una oferta tentadora y que Bell estaba dispuesto a tomar.

Dirigiéndose al gremio para hacer el intercambio de piedras logro llegar después de unos minutos, se acercó a la ventanilla donde puso su bolsa llena de piedras, tras unos minutos la misma bolsa fue dejada enfrente de Bell, más a diferencia de antes, está vez no tenía piedras de monstruos si no que ahora estaba replata de monedas.

- 145,809 valis, ¿Está satisfecho con esta cantidad o gusta que llame a mi gerente?.

- no, está todo bien, gracias señorita.

- gracias a ti Bell cranel.

Bell asíntio, miro a su alrededor en busca de eina, su plan era saludarla y tal vez platicar unos minutos con ella, más está vez ella no al rededor.

¿Quizas fue a comer?.

La teoría era aceptable, ella es una empleada que laboraba más de ocho horas así que por ley le correspondía por lo menos una hora de comida por jornada laboral.

Sin decir nada Bell se retiro en camino a su sede, las tres de la tarde estaba dicatada en el reloj que colgaba encima de la puerta del gremio, no era tarde pero tampoco temprano así que el albino decidió apresurar su paso, la idea de invitar a su familia a comer se hizo más fuerte pues de vez en cuando ellos necesitaban de un tiempo en familia entre todos.

Gracias a su nivel, el tiempo de trayecto a su sede disminuyo considerablemente, en cuation de 20 minutos Bell logro llegar a su hogar y sin siquiera tocar ingreso a este, al entrar como siempre haruhime estaba haciendo alguna tarea doméstica, en este caso estaba sacudiendo el polvo de los cuadros que estaban colgados en las paredes.

un problema para dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora