un problema para dos

los planes de freya

Riveria se había calmado, en algún momento ella dejo de tratar de librarse de el albino y estuvo más calmada, más ahora ambos eran el centro de atención de todo miembro de familia presente.

La razón era simple, Bell seguía cargando a riveria.

- Bell... Suéltame.

- nop, tengo la sensación de que irás por Loki-sama de nuevo.

Bell se negó ante la petición de ser liberada, aunque el albino sabía que la alta elfa ya no atacaría a la divinidad de cabello rojizo, aún así prefería prevenir que lamentar.

A Bell le avergonzaba un poco las miradas que recibia más a este punto eso le importaba poco, atrás de ellos caminaban sus hijos que miraban con un tipo de nostalgia la mansión.

Tanto elfos cómo humano miraban a los niños, a unos les parecían tiernos a otros les daban asco por el simple hecho de ser los hijos de su princesa y un inmundo humano.

Más al sentir la mirada de Bell, todo aquel que pensaba mal de los hijos del mismo desviaron la mirada, todos estaban enterados de lo que había pasado en el bar y en ese momento nadie se sentía capaz de enfrentarlo cara a cara, muchos elfos rechinaron su boca en señal de frustración.

En un tiempo estimado de cinco minutos lograron llegar a la habitación de la alta elfa, en ese momento Bell la bajo de sus brazos, algo avergonzada la alta elfa estiró su mano para poder desbloquear su puerta.

Un pequeño sonido de desbloqueo se escuchó, riveria empujó la puerta para después entrar a la habitación.

- pueden pasar.

Cómo era de esperarse, la alta elfa invito a entrar al albino y sus hijos, cómo si fuera lo más natural del mundo los infantes entraron a la habitación, en cuanto a Bell el también entro aunque con un poco de nervios.

La habitación era hermosa a ojos de Bell, muebles hechos madera color claro, una alfombra color rojo digna de la realeza, la cama hecha de madera oscura hacia que fuera imposible de no ver.

Sin decir nada los niños corrieron hacia la cama y de un salto se aventaron a la cama, riveria miro eso con una sonrisa, si hubiera Sido alguien más, inclusive aiz, lo más seguro es que la hubiera regañado, más por alguna razón no le molestaba que sus hijos hicieran eso.

- traten de no saltar mucho, pueden malograr el colchón.

- ¡si mami!.

Ambos hermanos comenzaron a jugar encima de la cama, ante esto Bell sonrió al igual que riveria, esto era una vista agradable para los dos.

- nuestros hijos son hermosos, ¿No lo crees?.

- bueno, tu eres su madre, es obvio que lo serían.

Riveria sonrió sonrojada ante el cumplido de el albino.

- bueno, onix se parece mucho a ti, el es muy tierno.

Bell sonrió algo nervioso.

- no sé si es un cumplido o si me estás diciendo que me ves como un niño.

- digo que eres alguien atractivo... Tanto que lograste enamorarme en un futuro.

Riveria se acercó a Bell, sin decirle nada lo tomo de mano.

- aunque... Tal vez el efecto se adelantó.

¿Quien la podía culpar?, Era la primera vez un hombre le juraba que siempre estaría con ella y que la amaría para siempre, riveria es la vice capitana de su familia, más también es una mujer, una mujer que quería ser amada al igual que todas.