un problema para dos

miedo a estar sola

El quería salvar incluso a sus enemigos, una ideología que Bell siempre cargo y la misma que su abuelo le inculcó.

El albino siempre pensó que dentro de todo ser siempre existiria la bondad, por muy pequeña que sea, siempre se encontrara ahí.

Por supuesto esa ideología era errónea, pero curiosamente siempre le funcionaba y la prueba más reciente estaba enfrente de el.

La diosa freya estaba nerviosa, no, asustada, enfrente de ambos estaban las chicas del bar, tal vez se pregunten, ¿Cómo llegaron a eso?, La respuesta es fácil, Bell se llevó a rastras a la diosa, en su momento freya se resistio, miro a ottar, su más fiel hijo en busca de ayuda... Pero el rey se hizo de la vista gorda, freya se sintió traicionada.

En cuanto a Bell, este la llevo por las calles de orario hasta la anfitriona de la fertilidad, por obvias razones las miradas no se hicieron esperar, Bell notó la presencia de siete hombres que lo seguían, el albino sabía de quién se trataba pero aún así no mostró miedo, después de todo el rey estaba cuidandolos.

Eso nos lleva a la actual escena, freya estaba nerviosa y asustada, Bell estaba a su lado tomándola de la manos en señal de apoyo, Bell miro el reloj, el se puso algo nervioso pues la hora de la cena ya habia pasado, sin duda le esperaba un regaño.

Pero eso ahora no le importaba, el necesitaba ayudar a sus amigas, Bell quería que todo fuera como antes y si se ganaba un regaño entonces lo aceptaría sin duda alguna.

Bell estaba de pie mientras a su lado estaba ottar, el rey miraba a su diosa como si de un padre se tratara, algo realmente gracioso ya que la diosa fue quien lo crío, dejando su mano Bell retrocedió, el rey lo acompaño.

Atrás de ambos la presencia de Allen, hedin, hogni y los hermanos Gulliver apenas era notoria, no por nada eran los aventureros más fuertes de orario, aunque en los ojos de los siete se podía notar las ganas de matar al albino ya que a sus ojos Bell solo trataba de humillar a su diosa.

Más la presencia de su capitán impedía cualquier movimiento en contra del albino.

- sabes que te quieren matar, ¿No es así?.

- lo se, pero no me importa, al final solo quiero que tú diosa sea feliz.

- eres extraño, cualquier persona de alegraría de la desticha de mi diosa, pero tú te entristeces, ¿Por qué?.

Bell guardo silenció unos segundos, tras pensar su respuesta el simplemente miro al rey.

- por qué es mi amiga y la quiero ver feliz.

- sin duda eres alguien extraño, incluso quieres salvar a aquellos que son considerados tus enemigos.

- ¿Que puedo decir?, Es mi ideología.

- si, pero esa ideología un día te llevará a tu muerte.

- si eso es así, entonces moriré sabiendo que trate de ser un buen héroe.

Ottar guardo silenció, parecía pensar sus palabras.

- claro que eres un héroe, pero recuerda que también eres un padre de familia, un capitan, un amado y por supuesto un amigo... No actúes precipitadamente.

- lo pensaré, ahora veamos cómo se desarrolla está escena.

Ottar no dijo nada solo hizo caso a la indicación de su nuevo amigo.

Tal y como se dijo, freya estaba nuevamente enfrente de sus amigas, al igual que la primera vez, Ryuu estaba al frente aunque había una diferencia, está vez la elfa se notaba nerviosa.

- yo...

- perdón por darte esa cachetada.

Rápidamente Ryuu se disculpo, freya se sorprendió, ella quería hablar pero su amiga le ganó las palabras.