una mañana algo agitada

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Riviera, la princesa de los elfos dormía tranquilamente, entre sus brazos protegia con una amoroso abrazo a la niña que vendría siendo su hija mayor, pero, ¿Cómo sucedió eso?.

Muchos elfos se preguntaron al enterarse de la noticia, incluso como todos saben fueron a atacar al padre de aquellos más el final no fue muy bonito que digamos.

Riveria abrió sus ojos gracias a el ruido que estaba siendo provocado en la parte baja del restaurante donde se estaba hospedando, aunque eso le importo poco al ver a su hija dormir tan cómodamente abrazada de ella.

Sonriendo la alta elfa simplemente se volvió a recostar, los sonidos seguían pero ella simplemente no hizo caso, por primera vez en sus casi cien años de vida ella quería quedarse en su cama... Al lado de su hija.

Gracias al sonido que estaba en la parte de abajo, esmeralda también se despertó, al levantar la vista logro ver a su madre y con una sonrisa le dió los buenos días.

- ¿Papá está abajo?.

- supongo que si... Aunque creo que está pasando algo.

Esmeralda miro hacia la puerta, suspirando solo se sentó en la la orilla de la cama.

- estoy segura que es papá...

- ¿Enserio?.

- si, estoy segura

Riveria se confundió, ¿Cómo es que su hija estaba tan segura de eso?.

Con confusión miro como su hija se ponía lo de pie y avanzaba hacia la puerta, en el caso de la alta elfa solo acomodo su túnica color verde y se puso sus zapatos para después seguir a su hija.

Saliendo de la habitación riveria notó que los sonidos habian parado y solo el silencio se extendió por todo el lugar.

Rápidamente el sonido de los pasos de madre e hija se escucharon mientras bajaban las escaleras, riveria estaba un poco nerviosa, sabía que algo había pasado y gracias a su hija presentía que Bell tenía algo que ver.

Al terminar de bajar las escaleras lo primero que vio fue a varios hombres de su raza tendidos en el piso, mirando mejor logro notar que la mayoría no tenía heridas pero unos que otros tenían cortes profundos en sus brazos, tendones de los codos y pies, riveria se sorprendió un poco y esa sorpresa aumento aún más al notar al que se supone sería su esposo en un futuro, de pie, con la mirada perdida y con sus dagas en manos.

Bell no decía nada y la vista que el mismo le proporcionaba a los demás les hacía recordar a ottar, riveria se horrorizo, ella no quería que el albino terminará como aquel rey.

Por su parte esmeralda miro a su padre y después busco con la mirada a su hermano hasta lograr encontrarlo.

- onix ¿Que paso aqui?.

- esos elfos primero me ofendieron y después nos amenazaron.

- oh... Con que fue por eso.

Esmeralda miro a su padre, aquella vista le recordó la vez que su tío bete estaba borracho y ofendió a su querida madre, digamos que después de eso el beastman termino con unos traumas hacia los conejos blancos.

- bueno, tia freya, ¿Puede prepararme lo mismo que a mí hermano?.

- claro... Espera.

Syr se alarmó, miro a sus lados esperando que nadie hubiera escuchado las palabras de la niña, afortunadamente así fue, ya un poco más calmada miro a esmeralda.

- ¿Desde cuándo?.

- bueno, mi hermano y yo conocemos todos tus disfraces, tranquila no haremos nada, después de todo eres nuestra familia, aunque deberías considerar un poco más revelarle tu identidas a papá y a la tía Ryuu, creo que eso te ahorrará muchos problemas, también evita tratar de poseer a papá, eso te traerá aún más problemas.

- ¿Problemas?.

Esmeralda asíntio.

- si, ya sabes cosas sin importancia como que la tía Ryuu te odie por mentirle tantos años o que papá disuelva toda tu familia, casi mate al hermano mayor ottar y que medio orario quiera enviarte al tenkai.

- eso... Eso no me la esperaba, ¿Tan fuerte será Bell?.

Esmeralda asíntio mientras sonreía.

- papá será el aventurero más fuerte que el mundo haya visto, incluso el mismo dragón negro le temera a su poder.

Syr retrocedió, ella estaba asustada pues las palabras de aquella niña carecían de falcedad, la razón de su miedo era saber que en un futuro existiría un aventurero que incluso la calamidad negra le tendría más la emoción también recorría su cuerpo al saber que aquel niño que ella tanto amaba se convertira en eso.

Afortunadamente nadie escucho las palabras de esmeralda pues estaban ocupadas viendo al albino, de la nada Bell se movió, eso fue notado por su hija.

- aunque papá será poderoso eso no significa que perderá su amabilidad, de prueba está lo que ahora pasará.

Syr miro rápidamente a Bell, ella quería ver de qué hablaba la pequeña semi elfa, todas miraron como Bell se la nada dirigió su vista hacia una mesa que estaba derrumbada, con silencio avanzo, riveria, syr y todas solamente miraban, en cuanto Bell estuvo enfrente de aquella mesa simplemente la peteo y se dejó ver a un elfo aterrizado que miraba al albino.

Con la mirada hacia techo y una movilidad nula, la ansiedad y el desespero del aquel elfo de acumulaba, tal vez por su mente paso que el albino lo mataría y aquella idea aumento más al ver cómo Bell levantaba su daga, riveria se alarmó, realmente todos lo hicieron a excepción de los infantes, más Bell no hizo nada pues aquel elfo enseño una foto donde una niña Semi elfa y una mujer aparecían, bell suavizó su mirada y bajo su daga.

- piensa dos veces antes de meterte en una pelea, hoy perdone tu vida pero nada asegura que en un futuro tu enemigo lo hará.

Realmente Bell no tenia planes de matar a ese elfo, por ahora el no mataría a nadie aunque si le enseñaría una lección, el elfo ni siquiera dijo nada solo huyo, Bell suspiro y miro hacia las escaleras dónde riveria solo miraba.

Bell ensanchó sus ojos, ni siquiera la había notado, aunque pronto se puso nervioso al ver cómo la alta elfa caminaba hacia el, Bell se puso algo nervioso

- ¿Por qué los atacaste?.

Riveria se notaba algo molesta.

- amenazaron a mis hijos...

Riveria suspiro, si esa era la razón ella no se podía enojar, antes de notarlo, riveria le dió un leve golpe en su frente con su dedo índice.

- Bell malo, no le des una mala influencia a nuestros hijos.

Riveria le sonrió, una sonrisa que hizo sentir cálido al albino, aunque Bell se quería asegurar de algo.

- ¿Nuestros?.

Riveria se sonrojó un poco pero asíntio.

- si.. nuestros hijos, los frutos de tu amor hacia mi.

Bell se sonrojó aunque también sonrió con vergüenza, riveria imitó la acción y todo visto por las meseras que laboraban en ese lugar juntos a los hijos de Bell y riveria.

Aunque syr solo los miraba no había un mal sentimiento en sus ojos, solo había confusión pues las palabras de esmeralda la habían dejado pensando.






















Fin cap.

¿Les gustó el capítulo?.

¿Alguna recomendación?.

Siguiente cap: el motivo del por qué estan aquí.

BYEEEEEEEEEEEEEEE.

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