nuevo espíritu de la muerte

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Me desmaye, después de que aquel fuego me consumiera mi conciencia se desvaneció, después de un tiempo del cual no estuve consciente mi conciencia volvía a recuperar el control de mi cuerpo poco a poco.

Lo primero que note fue la agradable sensación en mi nuca, de alguna manera sentía que esto ya me había pasado.

Abrí mis ojos, lo primero que logré ver fue una larga cabellera gris, a pesar de que su color fuera opaco aún así lograba divisar un brillo en el.

Mis ojos se movieron hacia el rostro de la mujer, rápidamente la reconocí, se trataba de noell que por alguna razón me recosto en su regazo

Estaba confundido y más aún notando que ella no se había dado cuenta de mi despertar, la admire unos minutos más, parecía pacífica, si ella no me lo hubiera  dicho sinceramente nunca hubiera creído que ella es una espíritu de la muerte.

Por alguna razón me sentía tranquilo, su presencia me traía paz y no sabía por qué.

De la nada note como ella dirigió su vista hacia mi, contrario a enojarse o mostrar un sentimiento negativo ella me sonrió con amabilidad.

- veo que despertaste, ¿Cómo te sientes?.

Su preocupación parecía genuina, en respuesta solo me senté así dejando de disfrutar la sensación en mi nuca, aunque también lo hice ya que pensaba que cada segundo que pasará en su regazo iba a ser un minuto más de interrogación en cuanto llegara con riveria.

- me siento bien... Más importante, ¿Cuánto tiempo dormí?.

- siete horas.

- ¿Tanto?...

Me sorprendió, nunca pensé que durmiera tanto.

- lo lamento, ¿Te cause algún problema?.

- claro que no, estoy feliz de poder ver por primera vez a mi hijo dormir.

Cierto... Ahora soy su hijo, por alguna razón no me desagradaba la idea, ante ese hecho noell me miró.

- por cierto, note algo, ¿Por qué no mostraste resistencia ante convertirte en mi hijo?, Normalmente los demás se negaría de inmediato.

- yo no soy como los demás... No me resistí a qué ocuparás el lugar de mi madre por qué en primer lugar no tengo una.

Noell ensanchó sus ojos, pareció sorprenderse por mis palabras.

- entonces... ¿Tienes papá?.

Negué.

- ¿Hermanos?.

- no.

- ¿Tia, tío?.

- me hubiera gustado.

Noell se tapo la boca con ambas manos, parecía sentir pena por mi.

- siempre estuviste solo...

- no siempre...

- oh, ¿Que veo, una historia de superación personal?.

Rei un poco ante su actitud, gracias a eso decidí contarle un poco acerca de mi a mi nueva madre.

- mi abuelo me crío, aunque era un pervertido lo cierto es que me protegía con todo su ser

- ¿Tu abuelo, cómo era?.

Mantuve mi expresión pensativa, aunque lo dude un poco, al final decidí hablarle de el.

- mi abuelo, era un hombre ya mayor, era amable con todos... Aunque también era un pervertido, eso sin contar que apestaba en la cocina.

- se oye interesante.

un problema para dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora